Una especie de golpe de estado contra Vladimir Putin por parte de su círculo más cercano ha parecido siempre imposible, pero ahora quizás no lo sea tanto. Esa posibilidad cobra cada vez más fuerza, a medida que los días pasan, la guerra sigue y las fuerzas rusas se estancan. La opción la ha abierto un denunciante anónimo, según recoge el diario ‘The Times’, que cita unas misivas en las que se recopila toda esa información.
El denunciante ha contado en cartas a Vladimir Osechkin, que figura en la lista de los más buscados de Rusia por su labor de denuncia de los abusos en las cárceles, que el caos y el descontento han sumido a los servicios de seguridad tras la chapucera invasión de Ucrania.
Osechkin ha publicado casi una docena de cartas y asume que el hecho de que los servicios secretos hayan empezado a hablar en contra de Putin es una señal inequívoca de que algo se puede estar moviendo en los pasillos del Kremlin, y no precisamente a favor del presidente ruso.
🔺 NEW: The risk of coup by the Federal Security Service (FSB) against President Putin is growing every week that the war in Ukraine continues, a whistleblower at the heart of Russian intelligence has said https://t.co/gPYnDsNkqF
— The Times (@thetimes) March 23, 2022
El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, dijo este viernes que Rusia es víctima de la política de supresión de la cultura rusa en Occidente y la comparó con lo ocurrido durante la Alemania nazi, en una reunión con ganadores juveniles del Premio Presidencial de Literatura y Arte. «Basta mencionar un fenómeno como la ‘cultura de la supresión’. O sea, el ostracismo público, el boicot y hasta el silencio total, el olvido de los hechos evidentes, de los libros, de los nombres de personajes públicos históricos y modernos, de los escritores, simplemente de personas que no encajan en los patrones modernos», señaló el presidente ruso.
Putin sostuvo que Occidente está tratando de suprimir «todo un país milenario, nuestra gente». «Estoy hablando de la discriminación progresiva de todo lo relacionado con Rusia. Con la plena connivencia y, a veces, el aliento de las élites gobernantes», afirmó. Señaló que los compositores «Tchaikovski, Shostakovich, Rachmaninov están siendo excluidos de los carteles de conciertos; los escritores rusos y sus libros están prohibidos». «La última vez que hubo una campaña tan masiva para destruir literatura indeseada fue la que hicieron los nazis en Alemania hace casi 90 años», dijo Putin. «Es imposible imaginar algo así en nuestro país, y estamos seguros en gran medida gracias a nuestra cultura nacional», subrayó.