Sin duda alguna la vacunación masiva global es el paso definitivo contra la pandemia de coronavirus que está asolando el planeta de una manera sin palancón. Pero los científicos están ahora preocupados por lo que se conoce como ‘punto ciego’ de la vacuna: es posible que los vacunados, asintomáticos, puedan seguir transmitiendo el virus sin saberlo.
Las farmacéuticas AstraZeneca y la Universidad de Oxford, los creadores de una de las vacunas que ya están aplicándose contra la Covid-19, revelaron esta semana que los resultados de su vacuna son muy esperanzadores, pero no resuelven la duda acerca de si los vacunados siguen transmitiendo el virus.
La ciencia ya sabe que los reinfectados son contagiosos, aunque ocurre en tan solo un 1% de los casos, por lo que la inmunidad de rebaño del futuro no se vería mermada. En cambio, en el caso de los vacunados, no hay certezas.
La cuestión, tal y como admite por ejemplo el Gobierno británico, es que aún no hay estudios que revelen cuántos vacunados se infectan y pueden transmitir el coronavirus, aun no teniendo síntomas.
Una de las claves es que no se han desarrollado hasta ahora vacunas eficaces contra los anteriores coronavirus, al menos en cuanto a transmisión se refiere, ya que los esfuerzos se centraron en paliar los síntomas de sus enfermedades.
Por eso, las medidas restrictivas seguirán activas a nivel general mientras dure el proceso de vacunación en todo el mundo, al menos hasta que éste no esté mucho más avanzado.
Uno de los problemas es que si el coronavirus puede seguir moviéndose entre vacunados, aquellos que no lo estén, por cualquier motivo, podrán seguir sufriendo las consecuencias del virus.
Este es el motivo por el que Israel, el país que más avanzado lleva el proceso de vacunación, sigue manteniendo las medidas restrictivas. Los expertos creen que esta posibilidad de que el vacunado siga transmitiendo el virus ralentizará el control sobre la pandemia.