La murga Las Marchilongas donará los ingresos que reciba por su participación en el Carnaval Virtual de Santa Cruz de Tenerife a diferentes entidades sociales que han visto reducidos sus fondos a raíz de la crisis derivada de la pandemia del Covid-19.
La idea surge en el seno del colectivo desde las primeras reuniones con el Organismo Autónomo de Fiestas con el entonces concejal Andrés Martín al frente. En ese momento, la murga entendió que la conocida como subvención no debía mantenerse en las mismas cuantías que en ediciones anteriores, si bien apostó por esperar a conocer en qué términos debía desarrollarse su participación en la fiesta.
Una vez concluida la programación desde el organismo que ahora preside Alfonso Cabello y a falta de formalizar tanto la inscripción como el contrato, Marchilongas considera que la participación en los diferentes actos no justifica el ingreso de la “subvención”, aún a pesar de su reducción. Más importante es el hecho de que el colectivo entiende que la prioridad en estas particulares circunstancias debe ser atender otro tipo de necesidades que nada tienen que ver con el Carnaval.
Es por ello que desde la murga se adopta la decisión de donar la cuantía que reciba por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz a diferentes entidades sociales. A falta de cerrar cuáles serán las organizaciones a las que finalmente irán destinados esos fondos, Marchilongas apuesta por fundaciones, asociaciones o cualquier otro tipo de entidad que habitualmente desarrolla acciones en beneficio de la sociedad y cuyos presupuestos se han visto mermados en el último año, por la falta de ayudas tanto de instituciones públicas como privadas. La murga es consciente de que la opción más sencilla sería renunciar a esos fondos, pero también que desde el punto de vista administrativo los trámites para modificar una partida presupuestaria son demasiado complejos y, sobre todo, se podrían dilatar en el tiempo.
Por ello, defiende la donación como la vía más responsable como colectivo en su afán por colaborar con la sociedad. A pesar de esta decisión, la murga valora la apuesta por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de mantener de alguna manera el Carnaval en esta edición y espera que se pueda retomar la fiesta aún con más ganas para 2022.