La Guardia Civil ha detenido a una joven de 25 años del municipio de Tijarafe e investiga a un hombre por el presunto robo de más de 3.700 kilos de aguacates en varias fincas de La Palma, concretamente en los municipios de Tijarafe, Puntagorda y Los Llanos de Aridane.
Los agentes de la Guardia Civil pertenecientes a la Patrulla Rural de la Compañía de la Palma iniciaron la investigación tras tener conocimiento de diversos delitos de robo con fuerza que se habían producido en fincas agrícolas de aguacates y también realizaron investigaciones e inspecciones a diferentes establecimientos receptores de aguacates así como a puntos de venta.
Los agentes detectaron irregularidades que provocaron la apertura de diligencias policiales y comprobaron como en uno de los establecimientos una persona, que no constaba en el Registro General Agrícola como agricultora, había entregado 3.270 kilos de aguacates, levantando las sospechas de los agentes e intensificando la investigación.
Esta persona fue sorprendida por los agentes cuando pretendía hacer entrega nuevamente de 468 kilos de aguacates, de los cuales no pudo acreditar su procedencia, lo que motivó su detención y la inmovilización de la mercancía, siendo devuelta a su propietario, que había presentado denuncia del robo días antes.
Además en la realización de otras inspecciones llevadas a cabo en un almacén de fruta, los agentes observaron irregularidades en la recepción de aguacates, al no contar el vendedor con la documentación necesaria, y coincidía además con el supuesto autor identificado por testigos dentro de diversas fincas, por las que ya los propietarios habían presentado denuncia.
Así, en colaboración con Inspectores de Servicio de Inspección Sanitaria, en dos puntos de recepción de aguacates se han llevado a cabo diversas actuaciones detectando irregularidades, que han motivado el levantamiento de actas a la Ley de Sanidad Vegetal.
La venta de productos hortofrutícolas sin poseer los requisitos de trazabilidad exigidos es un riesgo para la salud pública, debido al uso de diversos productos fitosanitarios que se utilizan para el mantenimiento y control de plagas, los cuales si no se respetan sus tiempos de reposo puede ser un peligro para la salud, informa la Guardia Civil en una nota.