El tamboril oceánico es un pez tóxico cuyo consumo por los humanos puede provocar la muerte. Es una especie fácil de identificar, ya que no tiene escamas, a excepción de la zona del vientre, donde, además, posee espinas que utiliza para defenderse cuando se siente amenazado, hinchándose.
Se denomina oceánico porque es una especie pelágica, es decir, que se encuentra generalmente en aguas abiertas, si bien en su temporada de desove, que coincide con los meses de agosto y septiembre, se acerca mucho a la costa, casi hasta las orillas.
Aunque en 2017 su presencia masiva en nuestras costas, sumada a su toxicidad, ya provocaron cierta alarma social en aquel entonces, este nuevo episodio de ayer en Tacorón, en el municipio de El Pinar en El Hierro, es algo nunca antes visto.
Decenas de vecinos y visitantes de la zona asistían atónitos al trágico espectáculo de ver cómo miles de ejemplares de esta especie agonizaban varados entre las rocas de la costa. Nadie se atrevía a entrar en el agua, porque los miles de ejemplares hacían imposible la tarea de nadar con tranquilidad.
Si bien, como ya mencionamos, es habitual que esta especie se acerque a la costa a desovar, nunca lo habían hecho tanto y, mucho menos, quedar varados en su intento. Explicaciones hubo para todo. Alguno de los testigos se aventuraba a explicar que el haberse acercado tanto a la costa se debía a que el banco huía de otros peces más grandes, en concreto, le dijeron que de «tres tiburones hembra de tres metros» y que por eso, probablemente, se habían refugiado en esa zona de difícil o imposible acceso para los tiburones.
Ni siquiera el agente del Seprona que se acercó hasta el lugar, según el mismo testigo, «había visto nada igual».
VÍDEO: José Gabino para DIARIO DE AVISOS