La familia de una mujer de 55 años que, supuestamente, perdió la vida en Palma de Mallorca tras una pequeña cirugía dental se ha querellado contra el dentista. La mujer falleció en un hospital de Villareal, un mes y 20 días después de la extracción. Eduardo Luna, el abogado de la familia, ha interpuesto la querella contra el especialista por un delito de homicidio por imprudencia. Los hechos sucedieron en el verano de 2018, cuando la mujer acudió a la consulta para que le sustrajeran un molar de la parte derecha. Este se rompió y quedó un trozo sin extraer.
Este fragmento fue el que le provocó a la mujer «unos dolores insoportables», por lo que decidió volver al dentista el 3 de agosto. Como publica Última Hora, el facultativo le confirmó que se había quedado un trozo de diente tras la pequeña intervención y que por «impericia o torpeza» no lo llegó a extraer. Según la querella, «resultó el foco de la infección que acabó con la vida de la paciente». Además, el documento explica que el dentista no llevó a cabo ningún proceso para poder prevenir la grave infección que sufrió la mujer.
Casi dos meses después, el 16 de septiembre, la mujer viajó hasta Fuentes de Ayodar (Castellón) a pasar unas vacaciones junto a su madre. Allí sintió un fuerte dolor por la extracción que le habían realizado y decidió acudir al ambulatorio. En el centro médico llegó el día 23, «con la cara totalmente hinchada y deformada». En Urgencias, murió debido a un «fallo multiorgánico».
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