Esta mañana los investigadores del caso de las niñas que desaparecieron en Tenerife hace ya una semana junto con su padre continúan con el rastreo de los movimientos bancarios realizados por Tomás G. y, por ahora, los que se ha detectado son compatibles con actividades empresariales, así que la posibilidad de vínculos con Latinoamérica pierde fuerza.
No obstante, fuentes de la investigación han confirmado a varios medios que todavía quedan algunos movimientos bancarios por analizar los cuales podrían desvelar cosas.
El análisis de las cuentas bancarias, que fue ordenado por el juzgado que instruye las diligencias por un presunto caso de secuestro parental, forma parte de una de las líneas de investigación que se han abierto para conocer el paradero de Tomás y de sus dos hijas de 6 y 1 años, Olivia y Anna.