Un sombrío panorama de fuego y humo ha envuelto a Tenerife desde el inicio de la semana, desatando una lucha contrarreloj para contener la furia de las llamas. Este incendio, que comenzó a sembrar su destrucción el pasado miércoles, ha generado una columna de humo de proporciones monumentales, desafiando los intentos de los equipos de extinción. La impredecible danza de los vientos y otros elementos meteorológicos, como la temperatura y la humedad, ha agregado complicaciones a una situación ya de por sí ardua.
Las labores de extinción se han topado con un obstáculo formidable: una gigantesca cortina de humo. Este velo de opacidad ha restringido la capacidad de los medios aéreos para intervenir de manera efectiva. Los vientos cambiantes han jugado su papel en esta ecuación, creando una batalla constante para controlar la dirección y el avance del fuego. En medio de este caos, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha compartido la preocupación durante una rueda de prensa. Clavijo subrayó cómo el humo se convirtió en un riesgo adicional, capaz de poner en peligro las operaciones de extinción.
Los recientes acontecimientos han demostrado cómo la realidad puede superar las expectativas, pero no necesariamente en un sentido positivo. A pesar de un destello de esperanza al cierre del viernes, la madrugada del sábado trajo consigo una avalancha de desafíos. Los vientos erráticos, la baja humedad relativa y las temperaturas elevadas se combinaron para crear un cóctel explosivo en el frente norte del incendio. Esta área impacta directamente en los municipios de La Matanza de Acentejo, La Victoria de Acentejo, Santa Úrsula, La Orotava y Los Realejos. La situación se volvió aún más crítica con la necesidad de nuevos desalojos en estos lugares, además de en El Sauzal y Tacoronte.
La Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias ha actuado en base al Decreto 60/2014, que establece el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma de Canarias (INFOCA). A medida que la amenaza se intensificaba, se declararon varias evacuaciones para garantizar la seguridad de la población. Desde el Caserío Hoya de Farrais hasta Los Placeres, pasando por la carretera TF-326, las medidas de seguridad se han extendido para abarcar los posibles caminos del fuego.
En el Polígono Industrial de La Gañanía, la Casa del Emprendador ha sido transformada en un centro de evacuación, un refugio temporal para aquellos afectados por esta calamidad. Mientras tanto, en Santa Úrsula, la evacuación ha abarcado una zona desde la vera del Barranco en Pino Alto hasta Tosca de Ana María, delineando los límites del peligro. El punto de encuentro en este caso se ha establecido en el terrero insular de lucha canaria.
El municipio de El Sauzal no ha escapado de esta triste realidad. Desde Las Baboseras hasta Ravelo Alto, la sombra del fuego ha impulsado la evacuación. El límite inferior se ha definido en la calle San Cristóbal con la calle Real Orotava. Para los afectados, La Pirámide, ubicada en el casco urbano de El Sauzal y junto al Mercado Municipal, ha abierto sus puertas como refugio provisional.
Esta lucha contra el incendio de Tenerife es un recordatorio vívido de la fragilidad de la naturaleza y nuestra dependencia de ella. A medida que los equipos de emergencia enfrentan vientos cambiantes y humo denso, la comunidad se une para enfrentar este desafío colectivo. En medio del caos, brilla una resolución inquebrantable para proteger a las personas y preservar la tierra que todos llaman hogar.