Miles de ciudadanos han adelantado su salida hacia segundas residencias por el temor a que un nuevo encierro arruine sus vacaciones.
Este verano la operación salida de agosto se ha adelantado. El fantasma de un nuevo confinamiento que sobrevuela el ambiente conforme aumentan los rebrotes por Covid-19 ha provocado un éxodo desde las grandes ciudades hacia las segundas residencias. La operación salida ha dado paso a una operación huida precoz.
Los 1.500 casos registrados en Cataluña este sábado, la tendencia al alza en Madrid, la obligatoriedad de las mascarillas en prácticamente todo el país, la llegada descontrolada de pateras en los últimos días… Todo esto ha creado el caldo de cultivo para que la psicosis colectiva sea difícilmente controlable.
Ante esta tesitura, miles de vecinos de las grandes capitales han adelantado su salida por temor a lo que pueda venir -un nuevo confinamiento o un cierre de vías de comunicación-. La mayoría se traslada a su segunda residencia o la de algún familiar en el pueblo, pensando en poder pasar un encierro más cómodo, alejado de la ciudad.
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