Parece una broma de mal gusto, pero un estudio realizado en más de 150 localidades de Canarias ha detectado la presencia de numerosas especies exóticas, como peces, cangrejos, galápagos e incluso caracoles de acuario en zonas de agua dulce o humedales. Como datos alarmante, se detectó una población naturalizada de camarón de cristal en los charcos de barrancos de Gran Canaria.
Otras especies nuevas encontradas son el caracol trompeta al cangrejo rojo americano o la tortuga de Florida, la culpa la tienen las prácticas de la pesca deportiva y la liberación en la naturaleza de ejemplares comprados para acuarios domésticos.
La proliferación de estas especies está reflejada en los barrancos de Afur e Igueste de San Andrés en Tenerife y Chejelipe en La Gomera, así como Río Cabras en Fuerteventura, pero donde el problema es mayor es en Gran Canaria.
Se desconoce por el momento el impacto de estas especies en la biodiversidad de nuestra tierra y puede haber más especies, ya que se comercializan entre 200 y 300 especies de animales acuáticos en Canarias.