El pacto con Bildu para derogar la reforma laboral del PP le enfrenta a sus socios de Gobierno, su partido y la CEOE, que cancela todo diálogo.
Las alarmas saltaron este miércoles por la tarde. Tras asegurarse la quinta prórroga al estado de alarma, con el ‘sí’ de PNV y Ciudadanos y la abstención de EH Bildu, el voto de los abertzales traía como contrapartida la derogación de la reforma laboral del Partido Popular. El documento llevaba la firma de PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu y se ocultó a Inés Arrimadas para evitar que sus 10 diputados dieran al traste con la prórroga. Pero la jugada de Sánchez quizá se le haya vuelto en contra.
El presidente del Gobierno no solo ha indignado a la derecha, también a sus apoyos de la investidura, la patronal, los sindicatos… y a Unidas Podemos y a su propio partido. A media noche de este miércoles los socialistas matizaban que la derogación de la reforma laboral de 2012 «no iba a ser íntegra» pero esta misma mañana, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, lo dejaba muy claro y le echaba un pulso a Sánchez.
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