En un acta de inspección elaborada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación al barco ‘Kharim Allah’, atracado en el puerto de Cartagena con casi 900 terneros devueltos por Turquía y Libia, aconseja el sacrificio de las reses por motivos de sanidad y bienestar de los animales a bordo.
Este informe detalla la situación de los animales a bordo en relación a su estado sanitario y condiciones de bienestar, así como las declaraciones del actual capitán del barco, Nabil Mouhamad, sobre lo sucedido durante el periplo del buque desde que partió de Cartagena en diciembre.
Los inspectores han contabilizado 864 animales con vida y han hallado los cadáveres de otros dos. Preguntado por esta cuestión, Mouhamad ha explicado que salió de Cartagena con 895 animales, de los que han muerto 22, y ha asegurado que 20 de ellos fueron arrojados por la borda, pero no ha justificado lo sucedido con los nueve terneros restantes.
El barco atracó en Turquía y Libia, así como en otros puertos para aprovisionamiento, y según el capitán fue amenazado con ser encarcelado si no abandonaba Trípoli.
En lo relativo a las condiciones de los animales en el barco, el informe refleja que, según una inspección visual, el 85% presenta afectaciones cutáneas, presuntamente por infección fúngica; en una «gran cantidad», sufren alteraciones digestivas y en algunos ejemplares han detectado sarna.
Además, precisa que en el buque se respetan las densidades máximas en los corrales, hay un adecuado estado de limpieza y un correcto funcionamiento de los bebederos, pero no hay comederos en los corrales y faltan camas de paja.
El informe concluye que, si bien los terneros reflejan lo prolongado del viaje, no hay signos críticos que «supongan compromiso o riesgo vital a corto plazo para los animales».
Test realizados a los reses
Por su parte, los transportistas han denunciado que los test que encargaron a una empresa privada para demostrar que los animales se encuentran «en buen estado de salud» han sido «bloqueados» por las autoridades españolas.
En un comunicado remitido por Igualdad Animal, la dotación asegura que las muestras obtenidas el pasado miércoles por la empresa «han sido bloqueadas y precintadas por las autoridades españolas antes de llegar al laboratorio».
Los abogados de los transportistas afirman que el Estado «nunca ha pretendido resolver el problema y velar por el bienestar de los animales», ya que «existe una resolución que desde el principio les impedía regresar a aguas españolas», según apunta la nota de Igualdad Animal.
Asimismo, han denunciado la «lentitud» de las autoridades, puesto que desde su atraque en el muelle de Escombreras, tras dos meses navegando por el Mediterráneo y tras ser rechazada su llegada al puerto de destino, en Turquía, «los veterinarios oficiales no han comprobado el estado de los animales ni han realizado ningún test».