Después del gran revuelo mundial por la paralización temporal que ya vivimos de la administración de la vacuna contra la covid-19 de AstraZeneca, este miércoles llegó la de Janssen. Mismo motivo: detección de trombos raros combinados con una disminución de las plaquetas, la mayoría en mujeres menores de 55 años.
De momento se sabe que estos posibles efectos adversos, clasificados como «muy raros para la ciencia», ocurren en su mayoría en mujeres menores de 55 años. En el caso de la vacuna de Johnson & Johnson, los seis pacientes estudiados son mujeres menores de 48 años. Hasta ahora son todo hipótesis sobre las que la ciencia está trabajando, pero a la vanguardia de estas se encuentra el equipo alemán dirigido por Andreas Greinacher, que de momento ha explicado cómo se producen los trombos entre los inoculados con el suero de Oxford.
El papel de los estrógenos
Cientfíicos coinciden al señalar que las mujeres jóvenes tienen mayor riesgo que los hombres de sufrir trombos y que las enfermedades autoinmunes ocurren por un tema genético y hormonal más frecuentemente en mujeres jóvenes, como por ejemplo el lupus.
«Los estrógenos tienen un efecto de aumento de la coagulación».
Lass mujeres menores de 55 años aún tienen los niveles de hormonas femeninos (estrógenos) bastante altos y, esos niveles, en presencia de algún efecto antiinflamatorio o alguna señal de infección vascular, como podría ser la vacuna (por la reacción que se produce ante el adenovirus, que lleva la proteína S del SARS-CoV-2, el virus causante de la covid-19), pudieran aumentan los factores de coagulación que provocarían los trombos.