Sin duda alguna, el año 2017 se puede marcar en el calendario de Shakira como el más difícil y oscuro de su vida tanto personal como profesional.
En ese año y cuando se encontraba inmersa en la preparación de su gira El Dorado, la colombiana perdió la voz, algo que puso en jaque su futuro profesional y también su felicidad, ya que no entiende la vida alejada de los escenarios y sus fans.
Así, la cantante se tomó muy en serio su recuperación y duró varios días sin poder hablar. Tal como ella misma cuenta, fueron días en que tuvo que llevar un cartel a todos lados.
“¿Tú sabes lo difícil que es tener dos niños de dos años y medio y cuatro años y medio y no poder hablar con ellos? Tener que hablar con un cartel y haciendo señas…”, le contó Shakira a AFP.
La artista ha contado que se sentía «enfadadísima» y su marido «necesitaba que hablara. Gerard me ha visto tantas veces salir llorando…». Además, el futbolista llegó a ser muy duro con la madre de sus hijos, tratando de hacerla reaccionar de cualquiera de las maneras: «Me decía que no quería un futuro con una mujer amargada, que todos estaban haciendo música por ahí mientras yo estaba encerrada en casa con los niños. Sal ahí y ponte a trabajar».
Lo peor de todo, era no poder hablar con sus niños pequeños.
“Mi hijo Sasha me dijo que le rezaba al Niño Jesús y a la Virgencita para que mamá volviera a hablar”, contó.
Al final, tanto su matrimonio como su salud salieron a flote, y recuperó su voz. Tras la crisis, Shakira dice que canta mejor porque es consciente de lo que tiene.