La directora general de Personal de al Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, Soledad Collado, espera superar los primeros cien días de mandato, tras ser nombrada en agosto de 2019, sorteando las discrepancias que mantiene con el sindicato con el que simpatiza: el Stec. La dirigente socialista mantiene un perfil bajo ante la consejera del ramo, la independiente y simpatizante de Podemos, María José Guerra Palmero. La mayor inversión de Palmero anunciada desde su nombramiento es la compra de la sede de la Consejería de Educación por ocho millones de euros a instancias de Nueva Canarias.
Las discrepancias con el Stec han surgido porque ha iniciado una campaña para reducir el horario lectivo del profesorado que imparte docencia en Infantil y Primaria de las actuales 25 horas a 23. Esta teoría no la comparte el PSOE. El Stec pide este cambio porque la disminución de las horas lectivas permite la ampliación de la plantilla docente. Este año se ha conseguido disminuir de 20 a 18 horas lectivas en secundaria y eso ha proporcionado 1.200 profesores nuevos. Y quiere lo mismo en el cuerpo de maestros.
Y es que el portavoz del sindicato STEC-IC, Gerardo Rodríguez, ha asegurado que el nuevo curso escolar ha arrancado con los mismos problemas del anterior, plantillas incompletas, centros con problemas de mantenimiento, obras inacabadas, alumnos sin plaza para estudiar y “cientos” de docentes que, todavía hoy, siguen sin ser nombrados.
Desde el sindicato también exigen un aumento del presupuesto educativo para el año 2020 que permita cumplir con la Ley Canaria de la Educación, la cual establece, en su artículo 72, el compromiso de alcanzar el cinco por ciento del PIB en 2022. El primer proyecto socialista de presupuestos depende del nuevo gobierno que resulte de las eleccciones de diciembre.