La situación en la provincia de Santa Cruz de Tenerife con respecto a la capacidad de las instalaciones forenses ha alcanzado un punto crítico, evidenciado en el colapso que sufren las delegaciones del Instituto de Medicina Legal, especialmente en las islas menores como La Gomera y El Hierro. El incremento de cadáveres, incluidos los de migrantes que han fallecido intentando cruzar la Ruta Canaria, ha expuesto graves deficiencias en la infraestructura y los recursos disponibles para manejar adecuadamente estas circunstancias.
En La Gomera, la llegada reciente de tres cuerpos sin vida a las costas ha saturado las ya limitadas capacidades del único centro forense de la isla. El médico forense Ramón Lloret destacó la severidad del problema, señalando que las instalaciones actuales son insuficientes para manejar el volumen de casos, especialmente cuando los cuerpos llegan en avanzado estado de descomposición. Esta situación no solo plantea desafíos logísticos, sino también riesgos sanitarios significativos, dado que los cuerpos descompuestos pueden atraer insectos y emitir olores que complicarían aún más las condiciones dentro del hospital local.
Este problema no es exclusivo de La Gomera. En El Hierro se han registrado situaciones similares, donde la falta de previsión y la escasez de recursos han complicado la gestión de los fallecimientos. El sistema actual, según Lloret, carece de un protocolo claro para la gestión de cadáveres bajo estas circunstancias extremas, y la falta de personal agrava aún más la situación. Actualmente, La Gomera cuenta con un único médico forense que debe cubrir todas las responsabilidades, desde las autopsias hasta las tareas administrativas.
La situación se agrava en las morgues de Tenerife
La gravedad de la situación ha llevado a los empleados del Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife a una huelga indefinida, reclamando más recursos y personal. A pesar de las múltiples peticiones y la evidente necesidad, las autoridades aún no han proporcionado soluciones concretas, dejando a los profesionales de la medicina forense y a la comunidad en una posición vulnerable y difícil.
En Tenerife, la situación también es preocupante. Según Raquel Domínguez, jefa de la sección de Policlínica del IMLCF de Santa Cruz de Tenerife, las cámaras forenses, incluyendo la «cámara de catástrofes» destinada a sucesos con múltiples víctimas, están al límite de su capacidad. Recientemente, los cuerpos se apilaban de dos en dos y algunos incluso quedaban fuera de las cámaras por falta de espacio. Aunque la situación ha mejorado ligeramente en las últimas semanas tras la liberación de varios cuerpos, el sistema sigue colapsado y mal equipado para manejar un flujo constante y alto de casos.
Además, el mal funcionamiento de las cámaras frigoríficas ha sido otro problema significativo. La falla de estas esenciales instalaciones no solo impide el mantenimiento adecuado de los cuerpos, sino que también complica las reparaciones necesarias, ya que las cámaras deben estar vacías para ser reparadas. Esta serie de deficiencias subraya la falta de preparación del sistema forense para enfrentar las realidades de una crisis que no muestra signos de disminución.
La acumulación de cadáveres en la provincia de Santa Cruz de Tenerife refleja un problema sistémico que necesita una atención urgente y sostenida. La situación actual no solo pone de manifiesto las dificultades logísticas y técnicas, sino que también plantea cuestiones éticas y humanitarias significativas.
Las autoridades pertinentes deben actuar con prontitud para mejorar la capacidad de las instalaciones, asegurando que se respete la dignidad de los fallecidos y se proteja la salud pública, al tiempo que se proporcionan los recursos necesarios para evitar futuros colapsos.