Una mujer, de 59 años, en Murcia, había salido con su marido de 61 y su hijo de 27 a cenar la noche de Nochebuena, a casa de un familiar. Al regresar al domicilio, antes del toque de queda, se dieron cuenta de que habían olvidado las llaves dentro de casa.
Dice la mujer que intentó localizar a un cerrajero de confianza, pero que no pudo contactar con él, por lo que buscó rápidamente uno por Internet y lo llamó. Y es que cuenta la mujer que su marido está enfermo del corazón y del pulmón, a la espera de un trasplante, y de ahí la urgencia de encontrar un profesional que les pudiera abrir la puerta de casa lo antes posible.
Llegó el cerrajero y dice la mujer que en tres ocasiones le preguntó cuánto le iba a salir el servicio, pero el cerrajero no respondió. Fue pasados cinco minutos, cuando el cerrajero logró abrir la puerta, cuando le dio un resguardo con el coste: 1.077,29 euros. Servicio que tuvieron que pagar con la tarjeta de crédito.
Dice esta mujer, cuyas declaraciones recoge La Opinión de Murcia, que ha sido víctima de una estafa. «Este hombre me llegó a indicar, y lo dejó por escrito, que para cobrar esa cantidad del seguro debía decir que había tenido que romper el bombín de la cerradura, es decir, me estaba pidiendo que engañase al seguro», dijo.
Fuentes de la empresa para la que trabaja este cerrajero explicaron que es habitual que el coste de estos servicios se incrementen en noches como Nochevieja, y que se suele aplicar un recargo de hasta el 50% en esos días.