El pasado 1 de julio contábamos el caso de Karen Carey, una turista británica de 64 años, que había demandado a TUI por 112.620, libras, unos 130.000 euros, tras romperse un tobillo en un hotel de Tenerife. Hoy hemos conocido que la turista que se resbaló en un hotel de Tenerife ha perdido su demanda.
El incidente se produjo hace seis años, según relataba el Daily Mail. Ante el Tribunal del Condado de Central London, Karen relató que la fractura tuvo “un efecto catastrófico” en su vida, provocándole dolor crónico y limitando “drásticamente” su movilidad.
Tanto es así, que Karen Casey desveló ante el juez que tuvo que jubilarse de manera obligatoria debido a los problemas físicos derivados de aquella caída en 2016 en un hotel de Tenerife: “No soy la misma persona, me cambió para siempre mi forma de vivir”.
Su abogado, dirigiéndose al tribunal, relató lo que sucedió aquella mañana: “Ella se encontraba desayunando con su marido, cuando quiso ir a coger algo de comida, resbaló, o con jugo de naranja o con otro líquido que nadie había limpiado, cayendo al suelo y retorciéndose de dolor. Su tobillo se torció, llegando a fracturarse”.
Fue el abogado el que dijo que, al caer, Karen Casey notó que había algo mojado en el suelo, mientras un camarero se acercaba a ayudarla: “Él también notó que el suelo estaba mojado, que ese fue el motivo de su caída”.
La turista que se resbaló en un hotel de Tenerife no tiene razón
El juez se ha pronunciado, según el Daily Mail, de manera clara: “Un culo mojado no es evidencia suficiente para lo que pide la demandante”.
La jueza Heather Baucher no considera probado que el resbalón se produjera en ese momento, por lo que decidió desestimar la demanda de la mujer. La jueza cree que las pruebas no son suficientes para que Karen Carey pueda tener un veredicto a su favor.
El abogado de TUI insistió en un primer momento que el problema había sido que Carey había bajado a desayunar “descalza” lo que provocó la caída que le ha traído problemas físicos, pero la jueza lo tuvo claro: faltan pruebas, un “culo mojado” no lo es. Karen Casey, la mujer que se resbaló en un hotel de Tenerife, no ha hecho público si recurrirá.