Tras más de un año desde que irrumpiera la pandemia de coronavirus en nuestro día a día, son muchas las personas que claman responsabilidad personal para mitigar sus efectos, sobre todo, el trabajador sanitario, que ha sido testigo en primerísima persona del lado más cruel que muestra la enfermedad.
Este periódico se hizo eco durante el día de ayer de la misiva remitida por un joven tinerfeño de 24 años que trabaja como auxiliar de quirófano y técnico de ambulancias, dirigida “a quienes pasan de todo”. Pide a aquellos que desoyen las recomendaciones sanitarias que reflexionen sobre las consecuencias que podrían tener sus actos en su entorno, pudiendo contagiar a un familiar o haciendo que la economía de la Isla empeore.
Esta vez, ha sido el turno de un enfermero grancanario que trabaja en un hospital de Tenerife donde, en estos momentos, existen “siete plantas COVID que están repletas y hoy [ayer, para el lector] se ha llenado la UCI de pacientes COVID”. A través de un vídeo en redes sociales, donde muestra su evidente indignación, el profesional arremete contra los negacionistas. “Puedo llegar a entender que creas que se te queda una cuchara pegada cuando te ponen la vacuna”, pero lo que el isleño se niega a comprender es “que los sanitarios llevemos un año y pico dando el callo” y que “tu ignorancia esté influyendo en mi salud y en la de mi familia”.
“Me encantaría decir que la mayor parte de la gente que está ingresada es responsable, pero no señores, son personas de entre 35 y 50 años que han decidido no vacunarse”, prosigue el joven en su intervención. “Lo que estamos haciendo en el hospital en el que trabajo es sustituir plantas destinadas a servicios especiales por plantas COVID” ya que, según indica, “el hospital está ocupado por los negacionistas que han decidido no vacunarse”.
A este respecto, el enfermero exige a los responsables de los negocios que obliguen a sus trabajadores a vacunarse porque “su irresponsabilidad está haciendo que nuestro sistema sanitario se colapse”. “Esto no va a acabar nunca porque sigue habiendo miserables; ya está bien”, agrega. Asimismo, anima a todos los responsables a que, “como buen ejercicio de salud mental”, griten que “no todo vale”. “Basta ya”, concluye.
Su vídeo, compartido este martes, cuenta con más de 10.000 reproducciones en Instagram y multitud de comentarios que han aplaudido las palabras del sanitario.