Un equipo de investigadores ha descubierto que Sagitario A*, el agujero negro supermasivo en el corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea, gira a una velocidad tan vertiginosa que está alterando el espacio-tiempo a su alrededor. Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista «Monthly Notices of the Royal Astronomical Society», fue posible gracias al Observatorio de Rayos X Chandra, que permitió a los científicos estudiar Sagitario A*, ubicado a 27.000 años luz de la Tierra.
Utilizando el Observatorio de Rayos X Chandra , el equipo de físicos pudo observar el agujero negro, situado a unos 27.000 años luz de distancia, y realizar cálculos sobre la velocidad de rotación de Sagitario A* . Sus hallazgos, publicados en octubre en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, confirmaron que el giro del agujero negro está provocando lo que se conoce como precesión Lense-Thirring, un efecto de arrastre de fotogramas que involucra a los planetas y al tiempo.
¿Qué es el espacio-tiempo?
Ruth Daly, profesora de física en la Universidad Penn State y principal autora del estudio, comparó este fenómeno con una pelota de fútbol debido a la forma en que el agujero negro distorsiona el espacio-tiempo circundante. Esta rotación está causando lo que se conoce como precesión de Lense-Thirring, un efecto de arrastre de fotogramas que afecta a los cuerpos celestes y al tiempo.
El concepto de espacio-tiempo, que fue primero propuesto por Hermann Minkowski y más tarde desarrollado por Albert Einstein como parte de su teoría de la relatividad, describe cómo el espacio y el tiempo están interconectados en un continuo de cuatro dimensiones. Los cuerpos masivos, como los agujeros negros, curvan este tejido, un efecto que es particularmente pronunciado en los agujeros negros giratorios como Sagitario A*.
«Si tienes un agujero negro que gira rápidamente, el espacio-tiempo a su alrededor no es simétrico: el agujero negro que gira arrastra consigo todo el espacio-tiempo», dijo la autora principal del estudio, Ruth Daly, profesora de física en la Universidad Penn State. , dijo a CNN . «Aplasta el espacio-tiempo y parece una pelota de fútbol».
Los investigadores utilizaron el método de flujo de salida para calcular la velocidad de rotación de Sagitario A*, observando las emisiones de ondas de radio y rayos X del disco de acreción que rodea al agujero negro. Los hallazgos sugieren que Sagitario A* gira a una velocidad similar a la del agujero negro supermasivo Messier 87 (M87*), ubicado en el cúmulo de galaxias de Virgo. A pesar de que M87* es mucho más grande, Sagitario A* tiene menos distancia que recorrer para completar una rotación debido a su menor tamaño.
Los hallazgos ayudarán a los astrónomos a comprender la historia del agujero negro
Esta investigación no solo es fascinante por su valor científico, sino que también ofrece una comprensión más profunda de la historia de Sagitario A* y su papel en la evolución de las galaxias. «Es una herramienta maravillosa para comprender el papel que desempeñan los agujeros negros en la formación y evolución de las galaxias», explicó Daly.
La fascinación de la comunidad científica con los agujeros negros ha ido en aumento desde la identificación del primer agujero negro en 1964. En 2019, la humanidad obtuvo la primera imagen de un agujero negro, M87*, y en mayo de 2022, se reveló una imagen de Sagitario A* utilizando el Event Horizon Telescope, una red global de radiotelescopios que cada día descubren señales alienígenas de radio nuevas.
Además, recientemente se descubrió un antiguo agujero negro supermasivo, 10 veces más grande que Sagitario A*, que se cree se formó solo 470 millones de años después del Big Bang. Este descubrimiento de 13.200 millones de años de antigüedad amplía nuestro conocimiento sobre los orígenes del universo según informa la propia NASA.
«Es una herramienta maravillosa para comprender el papel que desempeñan los agujeros negros en la formación y evolución de las galaxias», dijo Daly a CNN.
Estas investigaciones no solo demuestran el poder y la complejidad de los agujeros negros, sino que también nos acercan a comprender mejor los misterios del cosmos y nuestra propia galaxia. Con cada descubrimiento, los astrónomos y físicos desentrañan un poco más la intrincada tela del universo en el que vivimos.