La mujer, de 29 años, tendrá que cumplir una pena de cuatro meses de prisión que tenía suspendida mientras cumpliese con el tratamiento hospitalario.
Le dieron una excelente oportunidad, pero la ha tirado por la borda. Hace unos días, DIARIO DE AVISOS informaba de una novedosa sentencia, dictada por la magistrada titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Santa Cruz de Tenerife, María de los Ángeles Lorenzo-Cáceres y Farizo, en la que se suspendía una pena de cuatro meses de prisión que se le había impuesto a una lagunera de 29 años que había incumplido hasta tres veces el confinamiento y dado positivo en las pruebas del coronavirus-19, siempre y cuando la condenada permanezca ingresada, mientras dure el estado de alarma, en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, donde fue llevada la semana pasada contra su voluntad (una vez solicitado el ingreso forzoso por las autoridades sanitarias) por una ambulancia custodiada por la Policía Canaria.
Sin embargo, la mujer no respetó tal ingreso y ayer ingresó en el Centro Penitenciario Tenerife II por decisión de otro magistrado, el titular del Juzgado de Primera Instancia Número 1 lagunero, César Romero Pamparacuatro. El motivo no es otro que el incumplimiento de la condición adoptada por el anterior juzgado, por lo que ahora tendrá que cumplir la pena de cuatro meses de cárcel.
A ese respecto cabe recordar que las penas de dos años o menos de prisión no se suspenden automáticamente si se trata de un primer delito, como popularmente se cree, sino que se trata de una potestad de cada juzgado, cuyo titular decidirá al respecto atendiendo a las peculiaridades de cada caso.“