Cerca de un 60% de los españoles consideraba ya en una encuesta realizada por el Departamento de Sanidad del 2018, que el vapeo es igual o más dañino que el cigarrillo convencional.
Con el devenir del tiempo, y el efecto de campañas de concienciación de asociaciones no gubernamentales como la ANESVAP y la UPEV, esa opinión ha variado inclinando la balanza un poco más en favor del vapeo: No canonizando como un medio para dejar el tabaquismo 100% inofensivo, pero mucho menos perjudicial de lo que muchos lo pintan.
Así lo hacen constar también numerosos informes de prestigiosas universidades y departamentos de salud de varias partes del orbe.
Hagamos un pequeño repaso de los últimos titulares, con algo positivo que decir respecto al tema…
Universidad de Washington: Estudio sobre los cambios en la salud e interacción social entre fumadores que pasan al vapeo
Según un estudio realizado por un grupo de investigadores del Departamento de Desarrollo Social de la Universidad de Washington, realizó un estudio para monitorizar los cambios en la salud general e interacción social de un grupo de 156 fumadores:
En un inicio el 64% del total fumaban solo cigarrillos a los 39 años, el 28% hacía un uso dual del vaper y el cigarrillo, mientras que un 8% vapeaba de forma exclusiva.
En aquellos adultos que cambiaron total o parcialmente al vapeo, se notó una mejor condición física: Los entrevistados mostraban un mayor interés en el ejercicio físico, así como mayor disposición para participar en actividades sociales.
Dicho estudio resaltó que:
“Aunque el uso de cigarrillos electrónicos como los vaper Smok, Vaporesso, Voopoo u otras muchas marcas conlleva ciertos riesgos, lo cierto es que aún así son más seguros que los cigarrillos tradicionales.”
King´s College of London: Informe sobre la reducción de la exposición a sustancias tóxicas en el vapeo
Investigadores del King´s College of London hicieron una revisión exhaustiva de más de 40 estudios sobre el vapeo, y concluyó que:
“Aquellos fumadores que pasan al vapeo, experimentan una reducción significativa en su exposición a sustancias tóxicas.”
Se encontró que los niveles de sustancias nocivas encontradas en los vapeadores contrastaba enormemente con las halladas en los fumadores. En palabras del portavoz de la Oficina para el Mejoramiento de la Salud y las Disparidades, oficina que forma parte del Departamento de Salud y Seguridad Social del Reino Unido: “La cantidad de sustancias “potencialmente” nocivas que puedes encontrar en los pulmones de un vapeador son dramáticamente menores que las que encontrarás en un fumador. Si se les diera mayor importancia a este tipo de informes y estudios, en lugar de centrarse únicamente en los aspectos negativos del vapeo, este último tiene el potencial de enviar a los cigarrillos convencionales a los libros de historia.”
Public Health England (PHE): Experimento comparativo sobre la cantidad de alquitrán en los pulmones de un fumador vs. un vapeador
Hace un tiempo también se viralizó el video demostrativo, de la autoría de Public Health England (PHE), que no es más que una agencia del Departamento de Salud y Seguridad Social del Reino Unido, que revelaba la cantidad de alquitrán acumulado en los pulmones de un fumador empedernido (digamos un fumador que consume una cajetilla de cigarros o más al día) expuesta en una pulcra campana de cristal.
Se comparaba con los rastros de residuo que dejaba una ingesta similar de nicotina a través del vapeo.
El jefe del programa de control del tabaco en dicha agencia, Martin Dockrell, opinó que los estudios sobre los riesgos de los productos químicos que contienen los cigarrillos electrónicos se destacan muchísimo en titulares y medios de comunicación de todo tipo, sin embargo, experimentos como este demuestran que vapear es un 95% menos dañino que fumar.
Mientras tanto, el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) y la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), ambas instituciones norteamericanas, pero todo un referente a nivel mundial, afirman que no existe el suficiente volumen de información derivado de investigaciones serias, sobre los efectos a largo plazo del vapeo para la salud.
Sin embargo, el propio CDC ha dejado de reportar los casos de EVALI desde 2020, un padecimiento que se asoció en un inicio al vapeo puramente, cuando de forma posterior se descubrió su asociación específicamente con sustancias como el acetato de vitamina E (empleado para e-líquidos con TCH y prohibido su uso en productos de vapeo a comercializar en la UE), el cual al ser inhalado provocaba dicha lesión.
Mientras tanto, se reportan miles de experiencias positivas por parte de ex-fumadores, que se han pasado al cigarrillo electrónico para luego dejar por completo el hábito. Estos individuos sin voz en los grandes medios son los que realmente deben contar, no los intereses y las disputas entre tabacaleras y empresas de vapeo.