
Alemania ampliará las restricciones a escala nacional a los no inmunizados e implantará la vacunación obligatoria previsiblemente a partir del próximo febrero, tal y como anunció la canciller saliente Angela Merkel, tras su reunión con su previsible sucesor, Olaf Scholz, y los líderes regionales.
Entre las medidas adoptadas se incluye el cierre del ocio nocturno a partir de ciertos niveles de incidencia de contagios, así como restricciones a eventos públicos y a los contactos, especialmente entre los ciudadanos no vacunados, que no podrán reunirse con personas fuera de su núcleo familiar.
Alemania ha reducido ligeramente los niveles de contagio en estos últimos días -la incidencia de positivos a siete días ronda los 440 por 100.000 habitantes-, pero el Gobierno da por hecho que al menos durante los próximos días seguirá habiendo más de 6.000 enfermos en unidades de cuidados intensivos.
El Instituto Robert Koch (RKI), que vigila la evolución de la pandemia, ha notificado este jueves 73.209 nuevos casos, lo que acerca a Alemania al umbral de los 6 millones de contagios registrados. Al menos 102.178 pacientes han fallecido, 388 más que el miércoles.