El proyecto artístico de Agustín Ibarrola para el municipio de Garafía ha tropezado con una nueva piedra en el camino. Es precisamente la parte de la iniciativa que contemplaba la creación de una serie de montículos de piedra en la zona de Roque del Faro lo que ha recibido un informe negativo por parte del área de Medio Ambiente del propio Cabildo.
La pega viene porque el emplazamiento elegido por el artista se encuentra justo en medio del cortafuego que está en la zona, que llega justo al límite de la Reserva Integral del Pinar de Garafía. Los técnicos recomiendan rodarlo unos 20 o 25 metros hacia la zona sur para su ejecución, tal y como informó el responsable insular de Medio Ambiente, Juan Manuel González Luis.
La consejera de Turismo y Planificación, Alicia Vanoostende, señala que tendrán que buscar una ubicación alternativa para las llamadas Piedras de Ibarrola, de acuerdo con el artista, si bien se mostró optimista sobre la posibilidad de iniciar este año la primera fase del proyecto, que contempla la actuación pictórica en un emplazamiento diferente.
La iniciativa del autor del Bosque de Oma ha vivido distintos episodios conflictivos desde su nacimiento, con recogida de firmas incluida, en protesta por esta intervención. Cuando parecía que por fin había una cierta paz social sobre este asunto, encuentra un nuevo obstáculo. “Hemos tenido que ir salvando diversas dificultades durante este tiempo y esta vez también lo podremos hacer”, aseguró la consejera, quien detalló que el Cabildo está realizando los pliegos para la contratación de la ejecución de la obra.
En la memoria del proyecto, el artista vasco detallaba que cada uno de estos amontonamientos de piedras, que serán huecos por dentro, tendrían un volumen aproximado de unos 35 metros cúbicos cada uno de ellos.
Mientras que la primera fase, que está proyectada en la Fuente de La Huerta, en el barranco de La Luz, donde el artista desplegará su creatividad en una especie de mural sobre la pared de roca
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