El presidente de la Federación Canaria de Lucha Canaria, Francisco Rivero, fue obligado a acatar el requerimiento de la Dirección General de Deportes para que convocara elecciones tras las dimisiones producidas en su Junta de Gobierno.
La junta electoral central inicia de esta manera el proceso electoral que podría durar más de cuatro meses, para dos años de mandato. Esta decisión también afecta también a las Insulares, como así recogen los estatutos de nuestro deporte vernáculo, no obstante Federaciones como Gran Canaria y Tenerife buscan resquicios para poder continuar.
Tras el segundo requerimiento por parte del Gobierno de Canarias que finalizaba el 9 de febrero, el presidente de la regional no ha tenido más remedio que plegarse.
El artículo 14 de los estatutos de la Federación prevé, entre las causas de cese del presidente y la obligatoria convocatoria de elecciones, la dimisión o cese de “más del 50% de los miembros originarios de la lista cerrada”, es decir de los que se presentaron a las elecciones. La Junta de Gobierno tuvo en su origen diez miembros titulares electos, de los que siete dimitieron o fueron cesados, lo que supone el 70%, mientras que dos fueron sustituidos por suplentes.
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