El tiempo y otras circunstancias favorables acompañaron los pasos de la recién acabada Semana Santa, en sus dos vertientes. A unos días de que la estrategia ante la COVID-19 entre en una nueva fase de relajamiento de las medidas de seguridad con la eliminación de la obligatoriedad en el uso de la mascarilla en interiores y la recomendación de no bajar la guardia, este breve pero intenso periodo de reflexión y ocio ha cumplido las expectativas después de dos años de limitaciones por la pandemia. Como es tradición, los nervios y las retenciones complicaron la operación retorno. Atrás quedan las emotivas expresiones de devoción, las concurridas playas y los movimientos en los puntos neurálgicos de la conectividad.
El puerto de Los Cristianos registró ayer uno de los días más críticos del año, en cuanto a densidad de vehículos y pasajeros. Miles de coches y viajeros regresaron a Tenerife -la mayoría lo hicieron por la tarde- procedentes de La Palma, La Gomera y El Hierro, destinos estrellas en estas fechas. Esa afluencia volvió a poner de relieve las limitaciones del muelle sureño, aunque el esfuerzo de los operarios de la Autoridad Portuaria, navieras y Ayuntamiento de Arona paliaron los problemas de tráfico a la hora del desembarque y por las calles de Los Cristianos.
Operativo inédito en el puerto de Los Cristianos
Para evitar el colapso circulatorio de años anteriores, la Autoridad Portuaria y la corporación local diseñaron un dispositivo inédito que consistió en habilitar una vía de salida alternativa en la rotonda de Chayofita, con giro a la izquierda en dirección al campo de fútbol, con el fin de descargar la salida habitual a la autopista. Aun así, las caravanas para salir del recinto portuario y en las calles próximas fueron inevitables a lo largo de la tarde. También se reforzó la presencia de policías portuarios y de agentes municipales de Arona, y las navieras Fred. Olsen y Armas colaboraron informando a sus viajeros sobre la vía de salida alternativa durante el trayecto de vuelta a Tenerife sobre la vía de salida alternativa.
Aunque la opción, convenientemente señalizada con carteles informativos, facilitó el tránsito hasta la TF-1, no se baraja como una solución definitiva a los problemas de tráfico de la zona, sino como una fórmula puntual en los días de mayor afluencia de viajeros. De cualquier modo, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Arona, Francisco Marichal, confirmó a última hora de la tarde a este periódico que el balance del operativo fue “positivo” y que las salidas se realizaron “escalonadamente”.
Canarias termina la Semana Santa envuelta en calima y en aviso amarillo por calor, fuertes vientos y oleaje. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informó por la tarde de que se habían registrado las temperaturas más altas de España.
La clasificación la encabeza La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria), que alcanzó los 35ºC. A continuación, Arucas (Gran Canaria), con 34,7º; el aeropuerto de Tenerife Sur, 34,6ºC; Pájara (Fuerteventura), 34,2º; Adeje (Tenerife), 33,5º; Güímar (Tenerife), 32,9º; Arico (Tenerife), 32,8º, y San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), los 32.8º también.
La Consejería de Sanidad ha difundido un comunicado en el que recuerda los consejos para combatir el calor, como beber mucha agua, evitar los refrescos azucarados y prescindir del ejercicio físico.
En paralelo, la Aemet reporta que en Izaña (Tenerife) se anotaron las rachas de viento más fuertes del país a las 16.00 horas del domingo, con vientos de hasta 63 km/h. Las rachas llegaron a los 44 km/h en Agaete (Gran Canaria), a los 42 km/h en Arure (Valle Gran Rey, La Gomera) y a los 40 km/h en Tinajo (Lanzarote). Varias islas estarán en aviso amarillo hoy y mañana por fenómenos adversos: Lanzarote, Fuerteventura y varios puntos de La Palma y Tenerife, este lunes, y Lanzarote y Fuerteventura, incluso el martes. Las rachas podrían alcanzar los 70 kilómetros por hora.
Alta ocupación
En el plano económico, la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) está “sorprendida” por las altas ocupaciones hoteleras y extrahoteleras en marzo y abril, de entre el 80% y el 90% y del 70%, respectivamente, y preocupada por el impacto de la incertidumbre en las reservas estivales.
Durante una entrevista telefónica con Efe, el vicepresidente de la patronal turística, Tom Smulders, comentó que, tras el inesperado buen mes que fue marzo, y que animó al sector después del daño que hizo al inicio de la temporada invernal -la alta en Canarias- la propagación de la variante ómicron de la COVID, abril no ha sido menos bueno. Para las islas occidentales, Ashotel proyectó un 78% de ocupación media en Tenerife y La Gomera; del 75% en La Palma y del 87% en El Hierro.
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