Hoy les traigo una de ovnis. De las más conocidas entre los avistamientos de objetos volantes no identificados. Tenemos que darnos un salto en el tiempo y aterrizar en el año 1976. Era ya de noche cuando el doctor Francisco Padrón se dirigía en taxi al barrio Piso Firme, situado en la antigua carretera a Agaete, para asistir a un enfermo.

De pronto, una luz gigante se interpuso en el camino dejando una quemadura circular en una finca de cebollas. La aparición de aquel objeto volador no identificado supuso un gran revuelo y fue recogido y contado por todos los medios de comunicación de la Isla y de la otra punta del Planeta. No era un cuento más. Esta vez el protagonista era un hombre de ciencia y además avisó a numerosas personas que fueron testigos privilegiados del suceso.

Ni la investigación financiada por el banquero multimillonario Laurance Rockefeller ha logrado descifrar el enigma. «La esfera azulada se movía lentamente hacia Tenerife, de pronto llegó a una enorme velocidad», describe un documento de aquel entonces.

«Parecía de cristal transparente, de unos 25 metros de altura y 20 metros de ancho, con dos personas vestidas de rojo brillante en su interior»

El testimonio del propio taxista revela que «parecía de cristal transparente, de unos 25 metros de altura y 20 metros de ancho con dos personas vestidas de rojo brillante en su interior». El caso canario forma parte de «la mejor evidencia disponible de la existencia de ovnis».

Cuarenta y cinco años después de aquella misteriosa aparición, el asunto sigue sin resolverse. Ni la investigación financiada por Laurance Rockefeller, cuyo documento original del estudio permanece desde 1999 en manos de la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos, logró descifrar el suceso. Ahora que la CIA acaba de liberar material y documentos de avistamientos de ovnis, tal vez encontremos explicación a este misterio.