Los tatuajes son, hoy en día, un adorno habitual y muy de moda con distintos significados. No obstante, casi el cincuenta por ciento de las personas que se hacen un tatuaje desean quitárselo en algún momento y no solo porque el significado con el que se lo hicieron ya no tenga sentido, sino porque cuando fueron realizados las tintas eran de poca calidad y han evolucionado a colores azulados o verdosos.

Hoy existe tecnología láser que los elimina, pero no lo hace en todos ni en un cien por cien de los casos. El láser efectivo para este tratamiento emite un haz de luz que se dirige directamente a las partículas de tinta y las rompe en otras más pequeñas que el propio cuerpo por medio del sistema linfático elimina. Este impacto necesario para romper la tinta también daña la piel, pero este daño es mínimo y en pocas semanas desaparece. Usamos crema anestésica porque es algo molesto, pero tiene de positivo que es un procedimiento muy rápido aunque necesitará varias sesiones.

Para saber si tu tatuaje es susceptible de ser eliminado es importante tener en cuenta su color (los que mejor se van son los negros, mientras que los verdes, amarillos y rosas son muy difíciles o imposibles), el color de la piel (las pieles claras responden mejor) y la profundidad, calidad y cantidad de tinta utilizada.