Grahsti Mulchandani y Amit Aidasani, jóvenes empresarios de Tenerife, reúnen durante dos días a 350 personas

«Los trajes nupciales y los de la familia más cercana se compraron en la India»

Una boda hindú siempre llama la atención por su brillantez y colorido. Es el caso de Grahsti Mulchandani Dodani y Amit Aidasani Aidasani, jóvenes empresarios de Tenerife que contrajeron matrimonio en el Gran Meliá Palacio de Isora ante unas 350 personas invitadas, muchos de la India, entre familiares y amistades.

Los trajes nupciales y los de la familia más cercana se compraron en la India tras superar imprevistos de última hora. Grahsti encontró el suyo en Panihari, una tienda que se encuentra en Bombay con modista propio. El de Amit, por su parte, fue confeccionado por un diseñador conocido por la familia. El color verde menta se escogió porque el traje de Grahsti contaba con pequeños detalles de esa tonalidad.

La celebración, en su conjunto, se prolongó durante dos días con diversos eventos y ritos. La tradición marca que, antes de empezar la ceremonia, él vaya en busca de la novia en una procesión con tambores y música (Baraat). No obstante, en esta ocasión, se mezcló la tradición hindú con la cristiana, pues fue Amit quien se acercó agarrada del brazo de su padre y tío.

El acto nupcial se prolongó durante unas dos horas, sirviéndose al final un cóctel típico español. La recepción empezó a las diez de la noche con una cena que, mayormente, presentó platos tradicionales de la cocina hindú. Luego, el baile, el cual, en un momento de la noche, se organizó con una coreografia previamente ensayada. El divertido ritmo de Bollywood y otros occidentales, se extendieron hasta las seis de la mañana.

La luna de miel, al igual que la maravillosa boda, fue de película: Las Vegas, Los Ángeles, San Francisco y Nueva York.


Fotos: KingfxFilmmakers