«Loli duerme en la calle por el simple hecho de no querer deshacerse de su perrita Pipi, su única compañía»

En Canarias existen personas, las llamadas «sin techo», que no pueden desayunar, asearse cenar, dormir… en los albergues habilitados para ello. Duermen en la calle, a la intemperie, tanto en cajeros automáticos, bancos de parques… ¿Por qué? porque poseen un perro o gato a su cargo.

Por esto es fundamental que ya en 2020 se produzca la habilitación de refugios y albergues tal y como lleva proponiendo el Grupo Animalia y el Colectivo de Abogados de Derecho Animal (Coada) desde 2015. Lugares donde aquellas personas sin hogar que se encuentran en nuestras calles y que su única compañía es un perro o gato, puedan acudir. Es el caso de Loli con su perrita Pipi. Duermen en un banco de la calle junto al Intercambiador de Guaguas. Por supuesto, ella y el resto de ejemplos deciden vivir una vida más complicada y dura por el simple hecho de no querer deshacerse de sus animales.

Para estas circunstancias ya existen soluciones, como las propuestas en los ayuntamientos de Zaragoza, Madrid o Santander: para los perros y gatos pequeños, trasportín y libre acceso, mientras que para los animales grandes hay dos opciones: habilitar una habitación con camas donde puedan permanecer junto a sus animales (Zaragoza inventó un recorrido descrito con pictogramas) y construir o instalar una jaula grande y bien aireada para que las personas puedan dormir en las habitaciones, se aseen o almuercen. Si las jaulas están adaptadas y son higiénicas, no es mala opción. Y, por supuesto, estos animales se controlan por veterinarios del refugio comarcal adscrito a la ciudad.

Es triste que los únicos que se han molestado en pedir soluciones para estas personas mediante escritos, proyectos, reuniones… sean el Grupo Animalia y Coada, enfrentándose en reiteradas ocasiones al verdadero frío, el frío administrativo.

En familia

Tila es la compañera de la periodista de la Televisión Canaria, Yaiza Díaz. Le puso ese nombre porque pensaba que le traería tranquilidad. Y lo cierto es que es una perra tan activa que se pasa el día diciéndole: «Tila, relájate». La perra, una mezcla de Samoyedo, fue rescatada con un mes de vida llena de pulgas. Ahora, en cambio, llena la vida de Yaiza, quien, cuando viaja, la deja en casa de su abuela. Para ella es una nieta más. Puro amor perruno.

Foto: Tiberio Ciacchella

Busca hogar

A Rocco le abandonaron hace más de un año en un albergue. Un buen día decidieron que ya no formaba parte de la familia. Es un perro tranquilo, sociable con otros perros y personas. Tiene ocho años y es muy noble. Está esterilizado y cuenta con chip, cartilla veterinaria, vacuna antirrábica y testado a filaria. Valle Colino. Tel. 673 895 015