La plata es uno de los metales preciosos. En joyería, generalmente, se utiliza la de primera ley de 925 milésimas, tanto en orfebrería como en piezas más pequeñas y personales. La plata debe tener, por norma, el sello 925, que muestra su autenticidad y permite diferenciarla de otros tipos que, de acuerdo a la cantidad y proporciones que contenga de cobre, tendrán un sello diferente. Así, podemos encontrar plata de 950 en monedas u otros objetos antiguos, dado que esa mayor pureza le otorga la maleabilidad indicada. Por otra parte, es habitual encontrar en muchas ciudades europeas plata de 835 que, a cambio de envilecer el metal, permite bajar de precio. Nosotras, por su mayor resistencia y durabilidad frente a los golpes, aconsejamos siempre la plata de ley, la de 925 milésimas.