Una pianista sin brazos

La periodista y escritora se mete en el cuerpo amputado de Roma Damska, que fuera amante del pintor surrealista Óscar Domínguez

Creativa y activa en la Red, la periodista y escritora Irma Cervino sorprende a quienes la siguen dando vida a un amplio abanico de personajes (cantantes, actrices…) en los que se transforma haciendo uso de una combinación de gestos, expresiones, vestuario y atrezo, para terminar con una divertida edición de imagen y sonido.

La idea nació en el Confinamiento pues, subraya, «necesitaba sentirme útil después de tantas horas encerrada en casa». Dice que quería acompañar a otras personas que estaban viviendo el momento en soledad, con temor o en tensión. «Quería provocar una sonrisa o, simplemente, que pasaran un buen rato», recuerda.

Los comentarios, siempre positivos en público y privado, le dieron todavía más energía para continuar con la iniciativa, que surgió de repente: «Me había puesto a arreglar mi armario y encontré un pantalón de cuero negro que me recordó al que llevaba Olivia Newton-John en Grease. Me lo puse, me solté el pelo y busqué el tema musical que bailaba junto a John Travolta en la película. Lo siguiente fue colocar el móvil y prepararme para una foto».

Desde ese momento ya no paró y, día tras día, sus redes (Facebook, Instagram y Whatsapp) se empezaron a llenar de celebridades reales o de ficción, como Miércoles (Familia Addams), 99 (Superagente 86), Audrey Hepburn, Amy Winehouse, Massiel, Lara Croft, Cher, Concha Velasco, Frida Kahlo…

Para sus recreaciones utiliza prendas y adornos que tiene en casa. Por suerte, antes del confinamiento había comprado goma EVA de distintos colores y eso le sirvió para hacer sombreros y algún que otro ornamento que necesitaba.

Pero Irma Cervino quiso seguir experimentando y dio un paso más al ubicar al personaje elegido dentro de la escena de su película: Evita, Eva al desnudo, Thelma y Louis, Irma la dulce, Las brujas de Eastwick, 101 dálmatas, Chicago, La Reina de África, Maléfica y Gilda. Eso sí, afirma que no pretende imitar, solo parecerse lo más posible y hacer su versión particular.

Entre las más de cincuenta versiones se atreve, incluso, con hombres: Freddie Mercury, Ray Charles, Michael Jackson o Henry Fonda en 12 hombres sin piedad. También ha interpretado a la reina emérita, Sofía, en una portada de la revista Hola y dibujos animados: Betty (Los Picapiedra), Pocahontas y la princesa Jasmín (Aladino).

Ahora, para FAMA, Irma Cervino cambia de registro y se mete en el cuerpo amputado de la pianista Roma Damska, protagonista del cuadro del pintor surrealista tinerfeño Óscar Domínguez. El lienzo, que se inspira en Seis apariciones de Lenin sobre el teclado de Salvador Dalí, muestra a la que fue su amante como la Venus de Milo mientras sus manos cobran vida propia tocando el piano que hay a su lado. Hay diferentes interpretaciones de este retrato, considerado durante años una obra menor de Domínguez. Es una escena de violencia típica en el pintor y en la que revela sus sentimientos por la pianista. Amor a través del rojo de su vestido y sus labios y, al mismo tiempo, el odio de la mutilación. Todo ello en una atmósfera de pasión, erotismo e irrealidad.

El piano de la fotografía es el del Real Casino de Tenerife, cuyas teclas sonaron por primera vez en 1967 gracias a las manos de Julius Katchen en la inauguración de la I Semana de Música.


Fotografía / SuAR
Retoque digital / Axel de la Rosa