La distensión abdominal visible tras las comidas es una molestia frecuente y, en algunos casos, su intensidad requiere tratamiento. Algunos estudios sugieren que esta hinchazón se debe a la fermentación microbiana en el intestino delgado distal y ciego de los azúcares que no se han absorbido en tramos intestinales superiores.

Es frecuente el uso de antibióticos para suprimir el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado distal, que se denomina Sibo, o dietas restrictivas que evitan comestibles que contienen Fodmaps, o sea, azúcares y alcoholes que no se absorben bien. Así, debemos evitar alimentos con exceso de fructosa, lactosa u oligosacáridos como el puerro, la cebolla, los espárragos, el ajo, la alcachofa y frutas como el tomate o el plátano, además de trigo integral.

Estos tratamientos alivian los síntomas, pero no suelen ser de forma prolongada. Además, las molestias vuelven al interrumpirlos.

Una alternativa a la dieta baja en Fodmaps puede ser la ingesta de prebióticos (se encuentran en muchas frutas y verduras) que, según algunos ensayos, tiene más éxito a largo plazo. 

Es importante que cualquier decisión esté bajo control médico.