La tinerfeña Elena Casas es un claro ejemplo del espíritu emprendedor. Aunque su experiencia profesional se centra principalmente en el ámbito del marketing y la comunicación digital en diferentes empresas y como profesional liberal, en el año 2018 detectó una necesidad en el mercado al buscar ropa de ballet para su hija adolescente. Detectó que no existía una marca que pensara en el estilo y forma de vida de las bailarinas de hoy en día. Entonces, puso en marcha su proyecto más personal: la marca de ropa deportiva Aisy Dance, de cuyo concepto, estrategia y desarrollo ha sido autora en exclusiva.

Inspirada por la fuerza, la belleza y los valores que transmite el mundo del ballet, Elena Casas impulsó la empresa para las mujeres que aman la danza clásica desde unos altos estándares de estilo y calidad. Además, es también una marca comprometida con el medioambiente, el desarrollo sostenible y las prácticas éticas: el diseño y la producción de sus productos tiene lugar en Tenerife junto al proyecto Econyl, esto es, utiliza tejidos fabricados con nylon regenerado, producido a partir de redes de pescar y otros desechos rescatados de océanos y vertederos de todo el Mundo. 

En la actualidad, aparte de un canal online, la marca tiene presencia en diversos puntos de venta multimarca tanto en España como en Francia y se prepara para dar el salto a Estados Unidos, donde acaba de cerrar un importante acuerdo con un distribuidor especializado.

«Las prendas se pueden usar para ballet, yoga, fitness o lo que hoy conocemos como athleisure»

La empresaria presentó recientemente en La Laguna la colección de 2021. Se caracteriza, apunta, «por elegantes drapeados y detalles de tul y terciopelo en colores clásicos que han sido cuidadosamente seleccionados para crear una propuesta cómoda y favorecedora, apta para cualquier mujer, ya sea profesional o aficionada a la danza».

La nueva colección («femenina y delicada») se compone de cinco maillots, dos monos, dos faldas y un legging de tul, concebidos para poder mezclarse y combinarse entre sí fácilmente. Aparte de para ballet, las prendas se pueden usar, subraya Elena Casas, para otras prácticas, «como el yoga, el fitness o lo que hoy conocemos como athleisure».

Las prendas que componen la colección llevan el nombre de personajes femeninos de ballets populares. Entre otros, Violeta, Lisa, Helena, Julieta, Titania y Medora.