David Pérez (Santa Cruz de Tenerife, 1974), consejero delegado de Turismo Tenerife, trasladó su residencia a Los Cristianos a los 22 años. El amor (ese sentimiento que arrebata) motivó el traslado y una fructífera carrera profesional en el sector turístico, consecuencia de una eficaz dedicación al trabajo, sin duda, «el secreto del éxito», apunta el político en su despacho del Recinto Ferial de Tenerife.

El aguijón del servicio a lo público le picó en 2015 al sentirse indignado por el andar que llevaba el Ayuntamiento de Arona. Así, admite que estaba convencido de que la gestión del Gobierno local se podía hacer mucho mejor, en especial la que concernía al sector que le robaba la mayor parte del tiempo. Daba el salto, entonces, a la Concejalía de Turismo y Comunicación e iniciaba una eficiente labor que le ha llevado, tras las últimas elecciones, a empujar en el área insular después de que aceptase el ofrecimiento del presidente, Pedro Martín, y del consejero, José Gregorio Martín.

David Pérez confiesa sentirse tremendamente afortunado pues «supone un reto y orgullo colaborar en el avance de la principal actividad económica que se genera en mi isla». No obstante, asevera que esta dedicación lleva consigo continuar hipotecando su vida personal, pero lo asume por su compromiso con la sociedad tinerfeña, «que debe ser la principal beneficiaria de la riqueza que genera el turismo».

Con este objetivo, asevera que la estrategia de su departamento, en consonancia con el proyecto político que lidera Pedro Martín, se sustentará en dos pilares básicos: sostenibilidad y transformación digital.

El nuevo consejero delegado de Turismo Tenerife vive en Chayofa en una vivienda que destaca por su gran terraza, en donde el cuidado de las plantas, la cocina y la decoración («me encanta cambiar los espacios de mi casa») le ocupan el poco tiempo libre que tiene. Además, admite que aunque antes se preocupaba más de la moda, ahora no es un tema que le interese en exceso, solo lo mínimo necesario «por respeto a las personas y a la Institución a la que represento». En este sentido, no vacila un instante al afirmar que no se siente un fashion victim.

David Pérez habla con sosiego y seguridad. Tiene las nociones claras y sostiene que la promoción de Tenerife necesita ideas disruptivas, innovadoras y de vanguardia. Así, subraya que «Europa nos ve como el destino de la abuela» y que por eso debemos rejuvenecerlo y procurar que el ocio vuelva a desempeñar un papel importante.

EL CURIOSO IMPERTINENTE

¿Sus heroínas favoritas en la vida real? «Mi madre, Audrey Hepburn, Coco Chanel».

¿Y héroes? «Pepe Mújica, Warhol».

¿Su ideal de felicidad? «Tener un trabajo en el que pueda realizarme y compartir todos los momentos posibles con mi marido, familia y amigos. No pido más para ser feliz».

¿Poeta preferido? «No soy muy de poesía pero me encanta Lorca».

¿Qué cualidad prefiere en un hombre? «Honestidad».

¿Y en una mujer? «Honestidad».

¿El rasgo principal de su carácter? «Honesto».

¿Cuál sería su peor desdicha? «Soy totalmente resiliente, pero me mataría la traición de los que considero mi gente y en los que confió plenamente».

¿Cómo le gustaría morir?  «Acompañado por los míos».

¿Reza? «Nunca».

¿Su estación preferida? «Otoño».

¿Su estado mental actual? «Géiser de ideas y emociones».

¿Qué plato cocina mejor? «Carnes y arroces».

¿Y su favorito? «Cuscús».

¿Qué libro recomienda? «Clásico: Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes. Actual: Sapiens, de Yuval Noah Harari».

¿Qué hace por la noche cuando se desvela? «Nunca me desvelo».

¿Qué le saca de sus casillas? «La mediocridad».

¿Un sueño por realizar? «Viajes que no han podido ser, de momento».

Le gustaría tener más tiempo para… «Ocuparme de los míos».

¿Perdona y olvida? «Rencor cero. Perdono y olvido».


·Fotografía: Pablo Rodríguez.