Fue justo en el mes de mayo, más concretamente el 17 de mayo del 2009, cuando murió uno de los mitos de la literatura hispanoamericana del siglo XX, Mario Benedetti, un autor perteneciente al grupo de escritores de la Generación del 45 que dejó tras de sí una obra excelente. Sus más de 80 novelas, poemarios, cuentos y ensayos, muestran un mensaje cargado de un gran compromiso ético, social y político.

Entre las características particulares del estilo de Benedetti podemos destacar su intención de usar un lenguaje coloquial para crear una cercanía natural con el lector. Todos los poemas del Benedetti tienen algo que ver con la cotidianidad que vivimos y con la que podemos sentirnos fácilmente identificados.
Destacan mucho la hipérbole, la personificación y la dramatización como figuras literarias frecuentes. Otros rasgos fundamentales son el humor y la ironía. Al principio aparecían sutilmente, pero con el tiempo llegaron a ser un factor clave para el escritor. Sus poemas contienen versos libres y abarcan grandes dilemas psicológicos, espirituales y sociales entre otros. El hecho de que Benedetti ejecutara a lo largo de su vida profesiones tan diversas como por ejemplo las de cajero, taquígrafo, vendedor, librero, traductor y periodista, provocó que tuviese un contacto con la realidad social de Uruguay que fue clave a la hora de crear y moldear su propio estilo personal.

El talento de este gran escritor fue reconocido con galardones como el Premio Reino Sofía de Poesía Iberoamericana (1999), el Iberoamericano José Martí (2001) y el Menéndez Pelayo (2005). Si hay algo innegable, es que Benedetti marcó a muchas personas, ya que enseñó una visión de la vida en la que predominaban ideales de la justicia social, el amor, los sueños, el tiempo y la política. A día de hoy sigue siendo uno de los poetas favoritos de muchas generaciones de lectores, cautivando con su singularidad al mundo entero.