Después de varios meses en Fase 3, Tenerife volvió a rebajar las medidas. Oxígeno para la hostelería.

Con estas nuevas normas, algo más relajadas, nos echamos a la calle en busca de mesas para seis y más seis. Y entre mesas llenas y correcta separación entre ellas, El Águila tuvo su primer viernes de mayo con un lleno hasta la bandera. Todas caras conocidas, cumpleaños incluido en el que Sixto Hernández disfrutó de las amistades que se atrevieron, en más de una ocasión, con el Cumpleaños feliz, hasta que llegaron los mariachis a entonar el Sigo siendo el rey. Y poco más, porque la Policía Local, jaleada por alguna vieja del visillo, invitó a los charros a silenciar especialmente las trompetas que, por lo visto, difunden muchas gotículas. No vaya a ser que… En fin, que se quedaron sin mariachis. Pero la fiesta continuó, como un juego de tronos de mesas con divertidas andanadas entre comensales.

Marcos atendió diligentemente a las mesas del cumpleaños, en las que vimos a Borja y Jonathan Barrera, Javi Cabrera, los hermanos Pelayo, Juan Antonio y Alejandro, José Luis Ramos, Nelo Martínez, Iván el de La Caleta, y Bernardo Hernández,entre otros. Como plato del día un sabroso cochinillo horneado por el equipo de David Dorta. Comentaba Juaima Ruiz, que de viandas y vinos sabe un rato, que el animalito se dejaba querer… y comer.

Y por otro lado, un grupo de juristas que, con María Elena Valentín a la cabeza, y Consuelo López de Vergara y Renata Martín, recordaron las aventuras en la Facultad. Y lo bien que se las ve. 

«Y radiante me pareció Isabel Hernández-Suárez que, junto a Beatriz Martínez-Barona, Miriam Reyero y otras tantas amigas, disfrutaban de la tarde chicharrera»

Otras mesas, con Ricardo Reyero, impecable, Guillermo Bencomo e Ibrahim Trujillo. Y Esther Gómez, guapísima y estilosa como siempre, y Hari Satyani y Enrique Untiedt, que contó cómo se pesca a pulmón y con arpón un atún de ciento y pico kilos. Les aseguro que la historia impresionó

Y radiante me pareció Isabel Hernández-Suárez que, junto a Beatriz Martínez-Barona, Miriam Reyero y otras tantas amigas, disfrutaban de la tarde chicharrera.

El fin de fiesta fue en el Urban. Desi prometió encargarsede la logística para acoger en su local a toda la tropa.

Bueno, a seguir disfrutando de la vida, pero tengamos en cuenta que ya sin toque de queda está totalmente prohibido bajar la guardia. Cuídense.