El tinerfeño Mikel Hennet se dio a conocer en 2006 con el primer disco de la boyband D’Nash, formación que se disolvió en 2012. Fueron años de giras, promociones, firmas de discos, medios de comunicación… Editaron cinco trabajos y todavía hoy se les recuerda. Además, el grupo representó a España en Eurovisión en Helsinki, 2007, experiencia que, luego, en 2019, Hennet repitió junto a Miki Núñez como integrante de su cuerpo de baile y voces. Este pasado mes de mayo España acudió al Festival con Chanel y a punto estuvo de alzarse con la victoria. De ella solo tiene palabras de elogio: «Es una auténtica artistaza, es un espectáculo en sí, es magnética y reboza talento por todos sus costados».

En la actualidad, su gran apuesta son los musicales (Hoy no me puedo levantar, La bella Helena, Hércules, Para hacer bien el amor…), «un género que disfruto mucho porque puedo cantar, bailar y entrenar mi faceta actoral». En este sentido, señala que aunque todavía no ha decidido adentrase en el mundo del cine y del teatro, le encantaría.

«Tengo la suerte de dedicarme a lo que me gusta y seguir cumpliendo metas personales y profesionales»

En cuanto a una posible vuelta a los escenarios como cantante, dice que no lo tiene claro aunque ha tenido varias ofertas, como la de la participar en la próxima edición del Benidorm Fest. Asienta que no quiere hacer cosas, simplemente, por hacerlas y que si decide volver a cantar será porque tiene algo que contar.

El tiempo pasa en un pispás y el artista afincado en Madrid celebrará su cuarenta cumpleaños en 2023. Lejos de caer en el vértigo de la edad, Mikel Hennet subraya que cumplir años es un regalo y que existen muchas maneras de seguir trabajando en lo que ama. En este sentido, afirma que uno de sus sueños es montar y dirigir una compañía en Tenerife, isla que visita siempre que puede para estar cerca de su familia y amistades.

En estos momentos forma parte del elenco de Mandrágora Show. Son diez en escena y estarán de gira por España hasta octubre. Es un no parar, pero es lo que le hace feliz: «Vivo con intensidad mi día a día. Tengo la suerte de dedicarme a lo que me gusta y seguir cumpliendo metas personales y profesionales. Ahora solo pido salud física y emocional».