Nicola Giacobbe (Turín, 1977) trabajaba en el mundo de la publicidad y un verano, tras visitar Canarias, se enamoró de su gente, su naturaleza y sus olas (es surfero). Entonces, cambió el estrés de grandes ciudades, como Milán, por Tenerife.

En abril de 2018 abrió en La Laguna el Mitematu que, en la lengua que se habla en el Piamonte (Mi te matu) significa «yo te mato». Se trata, «de matar de placer a la clientela con la selección de nuestras cervezas exclusivas sin conservantes que no se filtran ni se pasteurizan», dice Giacobbe con una gran sonrisa.

El Mitematu importa de Europa y América las marcas más exitosas de craft beer, esto es, solo cervezas artesanas de baja producción, «genuinas y conectadas a la tierra». La más demandadas son las Ipa (India pale ale), cerveza de tradición inglesa que se caracteriza por una fermentación alta, pálida y espumosa con un alto nivel de alcohol y de lúpulo.​ También tienen éxito las Lambic (utilizan levaduras silvestres obtenidas por fermentación espontánea), las Sour o ácidas con frutas, o más clásicas con mosto de uva cabernet o chardonnais.

Esta selección se completa, apunta Nicola Giacobbe, con las negras de gran potencia de alcohol (tipos Stout y Portes), muchas envejecidas en barricas de tequila, bourbon, ron, Pedro Ximénez… «Nos gusta definirlas como poesía líquida o terciopelo líquido», destaca.

«Nos gusta definirlas como poesía líquida o terciopelo líquido»

Y en el Mitematu no faltan platos únicos: paté de cochino negro (receta de la abuela francesa de Nicola), aguja de cerdo cocinada al vacío y baja temperatura durante 36 horas, tablas de quesos canarios, totopos sonoros (nachos mexicanos) y Raclette, un plato francés con queso. Todo un mix de culturas diferentes.

La oferta del Mitematu (que pronto contará con sidras artesanales) se enriquece con una tienda presencial y on-line (camisetas, vasos, copas de degustación…), servicio a granel y distribución a otras islas.