Fotografía / SuAr – Vestuario / Jump Horse 

Noemi Carreras desarrolla su actividad profesional en el mundo de la comunicación, el marketing, los medios y las relaciones institucionales. Comenzó en el Departamento de Producción de Canal 7 del Atlántico y de ahí dio el paso a la redacción del periódico El Mundo en Tenerife y luego a la multinacional Rostik International, experiencia que le permitió vivir un tiempo en Rusia y abrir su mente a otras formas de entender el trabajo y la vida. Al regresar a Canarias entró a formar parte del equipo de la empresa pública Ideco como ejecutiva del Departamento de Marketing y de ahí pasó al Área de Turismo del Cabildo de Tenerife. En los últimos años ejerce como jefa del Gabinete de Alcaldía del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Y en medio de esta vorágine, la hípica, el mundo del caballo en sí mismo. «Para mí mucho más que una práctica deportiva, mucho más que un espacio de ocio y disfrute», señala. La hípica y los caballos son su vida. Siente (así lo expresa) que nació sobre un caballo, «pasión que me inculcó mi padre, que fue el pilar y la roca que me sostuvo en los momentos más importantes de mi vida».

Durante tiempo combinó el salto y la doma, pero en los últimos quince años se ha centrado en las pruebas de endurance, de resistencia, «un deporte muy exigente para el binomio caballo-jinete, tanto física, como emocional y psicológicamente». Además, imparte clases de equitación, algunas a menores con discapacidad. «Recuerdo especialmente a Daniel, un niño con autismo con el que conseguimos grandes progresos», subraya.

Noemi Carreras siente y escucha a los caballos, con quienes es feliz. No podría vivir sin su compañía. Le han enseñado a ver el acaecer cotidiano desde una perspectiva diferente, que después ha aplicado a sus relaciones.

En su casa de El Ortigal viven cuatro yeguas de pura raza árabe (Palmita, Abba, Alma y Azahar). Ellas y Ghana, la yegua con quien compite en la actualidad, le dan la vida, «me proporcionan desconexión, relax, adrenalina, paz, tranquilidad, deporte…». La hípica, afirma rotunda, «me ayuda a afrontar situaciones de la vida que, a veces, son difíciles de digerir. Es mi refugio, mi talismán, mi terapia, eso en lo que te apoyas para que todo esté bien». Pero no solo adora al plantel equino, también tiene predilección por sus cinco perros: una pareja de lobitos herreños, Gofio y Mia, un mastín del Pirineo (Osa) y Cali, «una jack rusell muy simpática y alegre con la que me peleo todas las mañanas para que no se venga conmigo al trabajo».

«La hípica me ayuda a afrontar situaciones de la vida que, a veces, son difíciles de digerir»

El entrenamiento no falta. Dedica diez horas a la semana, muchas de las cuales son nocturnas («con un foco de luz por los alrededores de mi casa») porque sale tarde del trabajo. Ghana y jinete tienen que estar en forma para las pruebas de raid, una disciplina de resistencia donde no gana el primero que llega sino el caballo que mejor llega en el menor tiempo. Ghana es una yegua de Luis Martín Garabote, amigo de Noemi Carreras desde hace muchos años. Con otro de sus caballos, Alzahir, consiguió grandes logros deportivos y disfrutó en pruebas internacionales en Cataluña o Madrid.

Y, por supuesto, en el día a día de esta amazona incansable están sus hijos Daniel y Alejandro, de 12 y 8 años. Confiesa que son su motor, quienes le dan sentido a todo. En ocasiones también montan con ella pues quiere trasmitirles el legado que su padre le inculcó desde pequeña con los caballos.

Pura raza árabe

Ghana es una yegua pura raza árabe de once años. Tiene 165 centímetros de alzada y complexión fuerte. Fue subcampeona de Canarias en 2020 en la categoría absoluta de 120 kilos y primer premio en el raid celebrado el pasado mes de junio en la categoría nacional de 80 kilómetros.