La Autoridad Portuaria ha perdido la enésima oportunidad de congraciarse con el chicharrerismo. Triste ver como la política está por encima del espíritu de los santacruceros y cómo mandan a nuestro carnaval a freír espárragos. Recinto Ferial, de postre. Sigue siendo el Puerto un ajeno y lejano reclamo de continuidad de nuestra ciudad hacia el mar… Volvemos al carnaval bajo techo. ¡Qué lástima!

Hablando de carnestolendas, en Las Palmas nos dan lecciones de futuro y para principios de julio tendrán carnaval canarión en la calle. Y, claro, como en Santa Cruz también gusta lo de callejear parece que llegado el verano, y por decreto ley divino, se habrá acabado todo lo malo (echapallá) y tendremos inmunidad para salir en rebaño rumbo al mogollón en un lado y para la Plaza de España en el otro. Libres de pecado y de virus volveremos a las andadas carnavaleras. Todo el mundo pa la calle. Amén.

Por otro lado, la movida sigue desperezándose con algunos saraos de lo más divertido. Pero, por favor, no se me metan trescientas personas en un zulo sin ventilación, misijos, que ya ven lo que pasó en Las Termópilas. ¡No quieran acabar como aquellos aguerridos espartanos!

«Un trío de éxito que nos ofrece excelentes restaurantes próximos a la Plaza de Toros»

Y una sugerencia culinaria. Tres de tres. El triple triunvirato gastronómico de tres tipos fantásticos: Jorge Menéndez, Enrique Alfonso y Orlando Rujano. Empresario emprendedor, el primero; farmacéutico y vinatero, el segundo, y un experimentado chef en la fusión japo, el tercero. Un trío de éxito que nos ofrece excelentes restaurantes próximos a la Plaza de Toros. En la calle del Perdón, en el actualizado restaurante de toda la vida, Los Tronkos, puedes disfrutar de sus tradicionales huevos a la inglesa, además de una excelente carta. Cerca, un poco más arriba, el coqueto Aiko Sushi y la taberna Soko Izakaya te sorprenden con unos platos híbridos que quitan el sentido.

En nuestra última visita a Los Tronkos coincidimos con sus proveedores de trufa en una semana dedicada al sabroso hongo que hizo las delicias de los comensales. Trufa en la comida y, voilà, en la bebida. Nos dejamos guiar por Ana Triviño y Carlos Martín, y probamos el espumoso Brut Nature Rosé de Altos de Trevejos con unas láminas de trufa negra. El resultado, ni les cuento…