Los excesos de comida y bebida durante la Navidad, la pérdida de rutinas en estas fechas y el aumento del sedentarismo nos pasan factura en enero. Comienza recuperando o adaptando (o incluso iniciando) las rutinas deportivas previas a las fiestas y asegurando una dieta saludable. Aumenta proteínas (carne, pescado, huevos, soja, seitán…), disminuye hidratos de carbono de absorción precoz (dulces, frutas dulces, azúcar, miel, bollería industrial… ) en favor de los hidratos de carbono de absorción lenta (arroz y pasta en poca cantidad y no seriados, y verduras y hortalizas a diario), haz al menos cinco comidas al día para mejorar la acción antinflamatoria de lo que comes y comprueba que, al menos, el 60 % de tu ingesta total se realiza antes de las 18.00 horas. Huye de las dietas détox sin base científica compuestas solo de zumos de frutas y verduras, ten cuidado con las salsas no caseras que suelen tener mucho azúcar e hidrátate bien con aproximadamente 1,5-2 litros de agua al día.