Hoy les invito a conocer uno de los rincones ocultos que tiene Buenavista del Norte. Es el municipio en el que se enclava el Macizo de Teno, en Tenerife. Es un área protegida y sus alrededores están repletos de paseos y lugares dignos de conocer. Si quieren conocer otros les invito a pasar por Mi Pasaporte.

Les propongo un paseo por lava volcánica que conecta la Playa de La Arena (o de Las Arenas) y la Playa del Fraile. Se trata de un sendero construido por la mano del hombre, de baja dificultad y de apenas un kilómetro y medio. El camino transcurre por varios charcos y rincones en los que se pueden dar un baño.

Comienzo del sendero

Comienza en la Playa de La Arena, cruzando un pequeño barranquillo sobre un puente que verán nada más acceder a la zona, a mano izquierda. Después de una ligera subida se encontrarán un mirador desde el que se puede otear el horizonte y además, se puede observar al detalle la zona de baño.

El sendero es de fácil acceso

El sendero está totalmente indicado por la superficie de piedras. A lo largo de toda la caminata hay numerosos bancos donde sentarse, respirar el aire marino y descansar, si fuera necesario.

Hay muchos “pesqueros”, rocas que salen de tierra y en las que se apuestan los pescadores tratando de capturar los peces aturdidos con el oleaje norteño. Una práctica con cierto peligro. El mar del norte es el mar del norte.

Zonas del sendero

Hay una zona, más o menos a la mitad del sendero, marcado por unas esculturas en forma de vela de piedra. Justo ahí, hay un especie de plazoleta en la que, en un pasado no muy lejano, se organizaron eventos varios.

Si van solos o acompañados nunca van a tener un momento totalmente solitario. Durante todo el camino hay lagartos que parecen dinosaurios. Además, son muy confianzudos. Se te atraviesan a tu paso, verdes, grandes y desafiantes. De resto, habrá vegetación típica de zona de costa que, incluso, en algún rincón puede oler ciertamente desagradable.

Un paseo que te invita al chapuzón

Pasaremos por piscinas naturales interesantes como el Charco Roque. Alguno incluso con arena en el fondo y donde se pueden hacer unos largos. También pasaremos por Playa de Las Mujeres y llegaremos a la Playa del Fraile, ambas con callaos y con un oleaje considerable. Esta última está justo debajo del acantilado de Teno, si miramos hacia arriba podemos ver el Mirador de las Monjas. Un paisaje repleto de lava que un día, ardiente, desafió al mar.

Lidia Rguez. Fuentes

@lidiargf