El sérum es un producto para el cuidado de la piel que se aplica todos los días después de limpiar y tonificar la piel, pero antes de hidratarla con la crema de día y de noche. Esencialmente, sirve para nutrir las capas más profundas de la piel, ayudando a que la crema hidrante penetre mejor y potencie su efecto.

Al ser tan concentrado contiene muchos más nutrientes y activos para la piel que una crema, sin embargo no tiene función hidratante. Por eso, no se debe prescindir de la crema facial.

Se aplica poniendo unas gotitas en la yema de los dedos para extenderlo con movimientos suaves en pequeños círculos por la cara, escote y cuello. Evitar el contorno de ojos.

Cada sérum tiene propiedades distintas dependiendo de las necesidades: reafirmar, antioxidante…