«Suficiente para respirar, para despejar la mente y volar entre las personas»

Por fin. Cojo la bici, me pongo los guantes de látex, me ajusto la mascarilla y ya estoy lista para salir. ¡Buenos días, Sol! ¡Buenos días, Mundo! Decido subir a la Rambla. En el trayecto veo a gente. Para mi sorpresa, a mucha gente. Supongo que es la emoción de la novedad. Bajo hasta la avenida de Anaga, circulo por el carril bici y pedaleo hasta las Naves Carboneras. Hace calor, mucho calor, pero estoy feliz, muy feliz. La adrenalina corre por mis venas y no hay quién me pare. Podría pasarme todo el día pedaleando de aquí para allá, pero en la Fase cero solo está permitido salir una vez al día y en un horario concreto. Da igual, es suficiente para respirar, suficiente para despejar la mente y volar entre las personas que corren, caminan, patinan… y, sobre todo, sonríen. Un, dos, un, dos. Al paso. Tun, tun. Imagino que quieren exprimirse al máximo. Si tuviera que ponerle una banda sonora a este momento elegiría Walking on Sunshine de Katrina & The Waves. Realmente estamos caminando hacia el amanecer.