Instalar una piscina en el patio o jardín de casa puede ser una solución ideal para refrescarse durante los meses más calurosos del año. Además, las piscinas domésticas también favorecen la práctica de deporte y los juegos en familia. Es por este motivo que, en los últimos años, la instalación de piscinas, especialmente desmontables, ha vivido un auge imparable.
No obstante, todo aquel que se plantee la instalación de una piscina en casa, debe tener en cuenta que éstas también requieren un mantenimiento periódico. Si el agua de la piscina no se trata correctamente, ésta puede convertirse en un foco de infecciones y problemas cutáneos.
Por este motivo, tener en cuenta algunos consejos para mantener la piscina limpia y desinfectada, puede ser clave. Además, estas recomendaciones también te ayudarán a ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo en el mantenimiento de tu piscina. ¡No lo pienses más y toma nota!
Invertir en un buen limpiafondos
Tener un limpiafondos es clave para poder mantener una piscina limpia con el paso del tiempo. Estas máquinas son capaces de succionar todas las partículas y suciedad que, con el paso de los días, se van depositando en el fondo de la piscina y pueden poner en riesgo la salubridad del agua.
Además, existen diferentes modelos: desde los hidráulicos, que son manuales y muy económicos, hasta los robots limpiafondos, que pueden trabajar de forma autónoma, ofreciendo limpiezas excepcionales. De hecho, estos últimos también pueden limpiar las paredes de la piscina.
En el catálogo de Limpiafondos Zodiac, una de las marcas más reconocidas del sector, puedes encontrar infinidad de modelos de limpiafondos. Si lo deseas, también puedes elegir un limpiafondos a batería, ideal para limpiar piscinas que no tienen cerca un enchufe a la red eléctrica.
Elegir un clorador salino como alternativa al cloro químico
El clorador salino también es uno de los recursos más habituales para mantener la piscina limpia y desinfectada sin demasiado esfuerzo. Estos dispositivos se encargan de dispersar hipoclorito sódico (NaCIO), un potente desinfectante, para mantener el agua limpia.
Además de ser una alternativa mucho más cómoda que la cloración química, los cloradores salino son una opción mucho más respetuosa con el medio ambiente y con nuestra piel. Por lo tanto, los baños en este tipo de piscinas saladas serán más seguros y saludables.
Si te decides a instalar uno de estos dispositivos, debes saber que, entre las mejores opciones, se encuentra el Clorador Salino GenSalt OE. Este modelo presenta una excelente relación calidad-precio y es muy fácil de instalar.
Utilizar cobertores
Mantener la piscina cubierta siempre que no se esté usando es una de las mejores formas de mantenerla limpia y cuidada sin apenas esfuerzo. Estas mantas para piscina se encargan de proteger tanto el vaso como el agua de agentes externos como el polvo, la lluvia, los insectos o el viento.
Además, los cobertores de hibernación son ideales para mantener la piscina durante los meses en los que no se usa la piscina sin necesidad de vaciarla y volverla a llenar. Por su parte, los cobertores de verano o mantas térmicas son perfectas para evitar la evaporación del agua y, por tanto, reducir los costes de mantenimiento de la piscina.
Este tipo de cobertores especiales para piscinas puedes encontrarlos en tiendas especializadas como, por ejemplo, Piscinas Ferromar. De hecho, en esta tienda online podrás adquirir todos los productos y equipos necesarios para el mantenimiento de tu piscina.
Conocer la piscina, sus componentes y el volumen del agua
Aunque pueda no parecer tan importante, conocer la piscina es fundamental para llevar un correcto mantenimiento. Por eso, en caso de ser una piscina prefabricada, es necesario saber cuál es el modelo y la marca y leer bien las recomendaciones de uso y mantenimiento.
Gracias al diseño de tiendas online a empresas, son muchos los fabricantes que ofrecen toda la información sobre sus piscinas y dispositivos a través de internet. De esta forma, si no tienes el manual de instrucciones a mano, siempre puedes encontrarlo en Internet.
Asimismo, es necesario conocer cuál es el volumen del agua, para saber cuánta cantidad de producto hay que verter en cada caso a la hora de realizar tratamientos químicos. Si no aparece en el manual, podemos calcularlo teniendo en cuenta el largo, el ancho y la profundidad. En caso de piscinas redonda y ovaladas, habrá que tener en cuenta el diámetro.
Medir los niveles y parámetros del agua
Para asegurarnos de que el agua está en condiciones óptimas es necesario que, al menos, una vez a la semana, midamos los niveles de PH, cloro y alcalinidad. En este sentido, el PH tiene una gran importancia, ya que será un claro indicador de si algo va mal.
Cuando todo esté correcto, el nivel de PH se encontrará entre los 7,2 y los 7,6. Mientras tanto, la cantidad de cloro activo en el agua deberá ser de entre 0,5 ppm y 2 ppm y una alcalinidad aceptable será de entre 60 y 120 ppm.
Utilizar un floculante
Aunque es posible que no hayas escuchado hablar mucho sobre las sustancias floculantes, estos productos químicos serán tu claro aliado para limpiar la piscina de forma fácil y sencilla.
Al verter esta sustancia, las partículas suspendidas en el agua, caerán al fondo de la piscina, de forma que, cuando pases el limpiafondos, éste absorberá toda la suciedad, dejando totalmente limpio tanto el vaso como el agua de la piscina.