El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha insistido este miércoles en que, con la apertura de fronteras, el «caballo de batalla» está ahora en los casos importados, que se elevan a 96 en un mes, 24 de los cuales han sido detectados en la última semana.
En su rueda de prensa diaria, Simón ha alertado de que este número podría ir en aumento «a medida que se abren fronteras», por lo que todas las comunidades «van a tener que hacer un esfuerzo para controlar los casos y sus contactos».
«Se van a modificar los plazos y las cuarentenas; eso se modifica a medida que se van teniendo evidencias».
Los 96 casos importados confirmados desde el pasado 11 de mayo corresponden a personas de determinados grupos que gozan de exenciones en las restricciones de movilidad y que vienen a nuestro país por causas de fuerza mayor o a trabajar, como pueden ser los diplomáticos. Y algunos vienen de zonas de alto riesgo.
De hecho, según ha explicado el doctor, uno de los tráficos aéreos más importantes de España es con América, tanto Estados Unidos como América Latina, pero también pueden venir de otros países de la península Arábiga, el sudeste asiático o el norte de Europa.
«Y ese es el reto que tenemos que poner en marcha», porque estos pequeños brotes, «si no se aplican medidas de prevención y control, podrían dar lugar de nuevo a transmisión comunitaria». Para evitarlo, se está reforzando Sanidad Exterior, que ya «está haciendo un trabajo enorme para reducir los riesgos».
El director del CCAES ha puesto como ejemplo Portugal, donde la evolución de la epidemia ha sido «muy buena desde el primer momento», pero en los últimos días ha sufrido un repunte de casos que han alcanzado los 421 notificados ayer, de los que 380 (un 90 %) se detectaron alrededor de Lisboa.
«Se están haciendo todos los esfuerzos, pero esto nos tiene que poner en guardia para la detección precoz de cualquier brote».
Preguntado por algunas de las medidas de prevención que se están estudiando para poner en marcha, como la exigencia de pruebas diagnósticas, el epidemiólogo ha pedido «cuidado» a la hora de valorarlas, pues un «negativo puede ser un positivo al día siguiente».
Otra como la toma de temperatura «no es la panacea para nada: sabemos que tiene más impacto psicológico, y un impacto importante, en las precauciones que un pasajero va a tomar que en la detección».
«Se pueden detectar algunos, pero no va a ser la solución», ha dicho Simón y ha insistido en que «va a ser el seguimiento y la responsabilidad de los pasajeros, los ‘tour’ operadores, los aviones, etc., identificar los casos y sus contactos».
En todo caso, las recomendaciones que se vayan a dar se harán de acuerdo a la evidencia científica y, en este sentido, ha confirmado que se van a modificar algunos de los plazos sobre aislamiento y cuarentena.
Aunque hoy no ha hablado de la duración, ayer ya avanzó que Sanidad estaba estudiando reducir de 14 a 10 días el aislamiento de los contagiados de coronavirus, ante la evidencia de que, a partir del «séptimo día, los casos más leves ya no transmiten la enfermedad».