Los tipos de vino básicamente son cinco (tinto, blanco, rosado, espumoso y generoso)
Cada uno de ellos, cuenta con una gama amplia de opciones que a su vez variarán con relación a: guarda, maduración, grado de fermentación, proceso de tratamiento que va desde la vendimia hasta el despalillaje, embotellado entre otros.
La cultura del vino, trasciende el mero hecho de clasificarles y catarles, implica conocimientos sólidos en sus procesos históricos de fundación y establecimiento en diversas regiones.
Por ejemplo, cuando nos hablen del vino moscato, es importante conocer su génesis en la Edad Media, siendo introducida como propuesta en Italia, a partir de la uva Moscatel.
Los tiempos sin duda han cambiado, hasta el punto de surgir nuevas propuestas de vinos para quienes quizás buscan cambios modernos en su consumo y procesos trasnculturizadores.
Este el caso del vino azul, cuya fórmula ha sido diseñada por jóvenes que han logrado incluir sus inclinaciones de sabor, frescor y gustos excepcionales.
Sean bienvenidos (as) a conocer más acerca de las tipologías de vinos que pueden degustar u nariz y boca.
Cinco tipos de vinos
A detallar:
1. Vino tinto
Una de las propiedades básicas de este tipo de vinos, es que es elaborado a partir de las uvas oscuras, lo que le convierte en un potente antioxidante.
El término tinto, se refiere a la condición de tenido, es decir, es una mezcla de tonos que tiñen o pintan su contorno.
Es a partir del mosto y hollejo de la uva, que se le otorga una mayor intensidad en color; también va a depender del nivel de maduración de las mismas.
La Uva a mayor cantidad de taninos, más resveratrol aporta, es decir, antioxidante natural que además de contribuir con el sistema circulatorio, contribuye a reducir el colesterol malo.
2. Vino blanco
Las uvas ciertamente, son el componente sine qua non para la fabricación del vino, sin embargo, para los casos de vinos blancos, las pieles, no serán necesarias para su obtención.
Es un proceso complejo, en donde la levadura se concentrará y alimentará al interior del fruto, produciendo la cantidad de alcohol necesario para su fabricación.
El vino blanco se caracteriza por determinada sutileza y suavidad, de hecho, se emplea en la cocina para platillos sencillos y de poco carácter.
3. Vino Rosado
De una mezcla de uvas negras y blancas, resulta esta perfecta tonalidad rosada; existen factores de producción y guarda que van a constituir la intensidad del color rosado.
Por citar algunos: el tiempo de maceración de la uva, el grado de alcohol. El tiempo de guarda, el tipo de barrica y demás procesos inherentes a su obtención.
Entre los sabores predominantes en este tipo de vinos, se hallan los frutos rojos, sabores cítricos y las flores.
Tanta exquisita propuesta, ha permitido acompañar las mejores mesas gastronómicas tanto de dulces como salados.
4. Vino espumoso
Se habla de vinos espumosos aquellos que pasan a un segundo proceso de fermentado.
El efecto que adquiere su proceso de alimentación de levaduras, le lleva a realzar su sabor a manzana, pera y sensación burbujeante y efervescente en boca.
Este tipo de vinos, varía en niveles de dulzor y lo podrá conseguir en mezclas de coctelerías combinado con frutas.
5. Vino generoso
El protagonista en esta propuesta de vino, es el alcohol vínico, el cual, de acuerdo a su grado, concentración, guarda y crianza, variará en acidez.
En este caso, se diferencia de manera concreta la crianza, es decir, la que corresponde a la vendimia, proceso de depuración espalillaje y cuidado de concentración de la piel y, la que combina a ambas en un mismo proceso.