Hay historias verdaderamente que te tocan el alma, esta es una de ellas, ya que se ha cobrado una vida inocente, la dueña de esta perritahabía recogido en su testamento que su mascota fuera sacrificada, incinerada y enterrada junto a ella, hay amores que matan.
La dueña de Emma, una perrita de la raza shih tzu, amaba tanto a su compañera que ni la muerte las separaría. Y es que el can estaba sentenciado a desaparecer de este mundo, una vez lo hiciese la mujer. Esta había recogido en su testamento que su mascota fuera sacrificada, incinerada y enterrada junto a ella, aunque estuviese sana, según recoge en su página web NCB12.
Tras semanas de lucha, la familia ha logrado cumplir las últimas voluntades de la propietaria. No sin antes generar una gran polémica en el Estado de Virginia (Estados Unidos) sobre si es ético matar a un animal sin problemas de salud por el hecho de que su dueño haya fallecido.
Los voluntarios del Refugio de Animales de Chesterfield, que recibieron a Emma el pasado 8 de marzo, insistieron en entregar al can a una familia de adopción para que tuviera una nueva oportunidad. Lamentablemente, el esfuerzo fue en vano y un veterinario local pinchó a la perrita la inyección letal.