En estos tiempos, el casino se ha posicionado como una de las fórmulas de ocio dirigida al público adulto con más éxito. La llegada de internet y el paso de estos espacios físicos al entorno virtual ha sido la principal causante de una expansión sin precedentes, ya que el acceso se ha democratizado, pudiendo disfrutar de su oferta lúdica cualquier ciudadano mayor de edad con un terminal y acceso a internet.
Sin embargo, hasta llegar a este punto, el camino ha sido largo. Existen pruebas de que los juegos donde se combinaba el azar y las apuestas ya tenían lugar en civilizaciones tan antiguas como la china, la egipcia, la romana o la griega. En concreto, en China la primera apuesta conocida data del año 2300 a.C y, en Egipto, en una talla de la tumba de Sennedyem TT1 se representa a este faraón jugando al Senet con su mujer, considerada como la imagen más antigua en relación al juego.
La regulación del juego de apuestas
Se considera implantada en la sociedad está fórmula de entretenimiento, más allá del uso que le pudieran dar ciertos sectores bien posicionados que lo usaban de forma particular, cuando en Venecia y en 1638 apareciera el primer casino de la historia. Aunque se comenzaba a expandir entre la población, seguía siendo de ámbito exclusivo de las clases altas.
Para impedir que el populacho entrase y se codease con la aristocracia, se obligaba a entrar respetando un código en la vestimenta, manteniendo siempre el lugar con un alto nivel de elegancia. En estos inicios, el juego más popular se llamaba Basetta, parecido al Blackjack.
La primera aparición de un lugar donde se reunía la clase alta de la sociedad a jugar se concretó en el Casino di Venezia, que a día de hoy sigue en pie.
La creación de Montecarlo
El siguiente hito histórico en el desarrollo del casino en la historia llegó a principios del siglo XIX, que es cuando la palabra casino adquirió su verdadera esencia. A lo largo de toda Europa se comenzaron a construir edificios dedicados exclusivamente al juego, siendo el referente, incluso a día de hoy, el Gran Casino de Montecarlo, inaugurado en 1856 por Carlos III con la función de recibir dinero para el país.
La construcción de semejante edificio no fue en absoluto sencilla. No fue hasta la llegada del magnate francés, Francois Blanc, que se construyó definitivamente. Con el tiempo se convirtió en uno de los edificios más prestigiosos del mundo y con la oferta de juegos más amplia posible, difícil de igualar con el resto de casinos que fueron apareciendo después.
Las Vegas, el mundo e internet
La cantidad de casinos y espacios dedicados a los juegos de azar y apuestas no ha dejado de crecer hasta el día de hoy que, como ya se ha comentado, es cuando más desarrollado se encuentra este mundo.
Como cabe suponer, Las Vegas supusieron otro salto evolutivo digno de mención en este recorrido histórico. Se inició la creación de una ciudad completamente dedicada al juego en 1905, aunque no fue completamente legal hasta 1932.
Posteriormente, otros grandes núcleos urbanos formaron parte de la industria, ciudades como Singapur, Macao o Atlantic City deben buena parte de su prosperidad a las casas de juego que tienen instaladas en sus calles.
La última revolución se está viviendo en estos días, cuando ya no es necesario desplazarse a ningún casino físico, sino que este se encuentra en casa, dentro de un terminal informático. Internet abrió las puertas a los casinos online a través del primer software de juegos de azar desarrollado por la empresa Microgaming.